Evento – 1era Trama – Capitulo 1: La amenaza comienza

Escuché a Etincel y asentí suavemente no estaba en mis planes ofenderla o al menos así sentí que lucía, siempre era inesperada desde que nos conocimos pero era cierto que no necesitaba de defensa, aun así la había visto como alguien a quien respetar, servir e incluso proteger a pesar de saber que no necesitaba dicha defensa, no es eso que llamaban amor los humanos, mas bien amistad, me gustaba estar allí para ayudar y veneraba a mi señora a pesar de que Yggdrasil creaba a los digi human yo no sabía si Etincel me había creado pero tenía la necesidad de ayudar. No dije nada mas cuando ella acabó de hablar, no iba a contradecirla. Observé a los llegados recientemente, la primera era una muchacha castaña que ostentaba despreocupación pero en el fondo había algo más, si bien no conocía a los humanos tenía algo de idea en cuando a su actitud psicológica e instintiva, parecía confiada al igual que el siguiente muchacho.

Deteniendo mis pensamientos un momento, noté que todos caían al frío y duro mármol, me sorprendía la resistencia al duro material considerando que una caída de altura media en la nieve de la montaña podría quebrarles las piernas o al menos a un simple humano. El siguiente fue un pelirrojo de aspecto poco afable, sin embargo, recientemente su personalidad mas confiada y benevolente había salido hace poco por lo que fácilmente lo juzgué mas bien como curioso al igual que la siguiente en caer mágicamente del cielo, también era albina, como el yo, mi señora y una de las chicas que cayó luego. Si bien la deidad podía determinar con seguridad a cada uno de los humanos yo no estaba seguro de algunas cosas pero simplemente no le di importancia, en cuanto a mencionó a NEO las pantallas digitales mostraron la imagen de dicha criatura, fácilmente estaba en los archivos conocidos de cada dimensión u planeta por lo que no era problema acceder a la data- Sin duda los humanos son muy curiosos... -Murmuré para mi mismo mientras llevaba mis brazos hasta la parte baja de mi espalda juntando mis manos. No dije nada ante la mención de NEO pero jugué con mis dedos ligeramente, no estaba nervioso, si bien los dispositivos conocidos como Digivice servían, dudaba mucho que pudieran hacer algo. Con una mirada los objetos de la habitación fueron "tragados" y todo se volvió nada mas que una sala vacía- No tenemos intención de pelear si eso es lo que piensan, pueden relajarse. -El suelo se "levantó" formando sillones de mármol. Miré a Etincel encogiendome de hombros, no es que fuera una charla donde fueran a tomar té pero los habíamos sacado así como así de sus rutinas, como mucho podíamos dejar que no se sintiesen amenazados o incómodos.

Miré a Selene en el bolso, ella estaba tranquila ante la extraña presencia de aquellas personas, claro al menos de los dos albinos que no parecían haber caído por aquellos portales sino todo lo contrario, parecían habernos traído por dichas anomalías. La presencia que poseían no se parecía a cualquiera, era similar a la que yo había mostrado durante los últimos años y que aun gustaba de haber obtenido a pesar de que el ambiente se volvía algo tenso, pesado para ser mas concretos, sin embargo mi actitud tranquila u afable era mas que suficiente para mostrarme como alguien normal incluso.... Un poco descuidado quizás. Observé al resto de las personas que se encontraban allí en su mayoría albinos, una de ellos había caído ágilmente cosa que me extraño pero no le tomé importancia, no tenía que envidiar, estaba satisfecho conmigo mismo. Como yo, otro pelirrojo se había presentado, él lucía inocente pero noté un deje de perspicacia en sus ojos hasta que pregunto por el conocido Nyanmaru, una gota de sudor cayó por mi sien derecha mientras mis labios esbozaban una media sonrisa, era un niño por un tiempo y en otro alguien mas inteligente... en su mayoría eran chicas pero eso no me molestaba en lo mas mínimo. Mordisquee mi labio inferior observando los movimientos de la albina con parche.

Lo que menos me esperé fue que apareciera una mesa con té y pastel, además de sillones, pero ¿Qué mas daba? Cogí pastel y té para sentarme a beber y comer tranquilamente, escuchaba la explicación de la alba, trataba de no atragantarme en el proceso, considerando que lo que nos decía era tan surrealista, aunque ¿Cómo no creer en sus palabras? Llegamos aquí bajo su voluntad y si podían hacer cosas así sumándole que ella era dios.... No contenía dudas de que era verdad, poniendo en la balanza los hechos, dudaba mucho que todas éstas personas tuvieran el mismo sueño, tan claro que en verdad parecía una situación real ¡Lo era! Agarré mi barbilla y en cuanto mencionó a NEO la miré- Entiendo que NEO es un peligro al menos eso da a entender. Si usted es dios ¿Porqué pediría ayuda a seres inferiores? A humanos, claro, a menos que su poder sea inferior al de NEO, algo que dudo considerando la seguridad que muestra o al menos, por su presencia, no parece alguien quien necesite ayuda para acabar con ese "Niño" -Me crucé de piernas y mordí mi labio inferior, sentía que había sido algo mordaz pero eso entraba en duda- ¿Cuál es el poder de NEO? Sus habilidades. Quizás sea algo inútil preguntar el objetivo de NEO. -Di un mordisco al pastel, para compartir luego uno con mi digimon tanto torta como té. Acaricié con un dedo las orejitas de Selene.