Ira del agua

– ¡Hmpf! Vaya bestia más… mal educada –fue lo único que se atrevió a decir debido a las miradas de sus compañeros. Eventualmente, tanto sus compañeros como él mismo guardaron silencio, escuchando lo que decía cada uno.

– Éramos guardianes –se limitó a murmurar con la cabeza gacha, era más que evidente la dolencia extrema en su voz.

– Bueno, ese tema es para otra ocasión. Pasando directamente al meollo del asunto –exclamó Daruk rascando su gran estómago, al principio se podría creer que era una señal de fastidio, pero quizá se trataba de un tic nervioso – La de estrellas en su mirar tiene toda la razón. Y hablando en nombre de todos nos es imposible decir exactamente qué le pasa al impresentable de Eita en su cabeza… pues, mientras estuvimos bajo su obscuro yugo, y por medio de la telepatía que usa para mantener sus divisiones en contacto pudimos escuchar sus pensamientos…

– Su asquerosa mente era peor que ser su marioneta; cientos de voces murmurando incoherencias amontonadas unas sobre otras acompañadas por instrumentos musicales clásicos de su planeta y su propia voz hablando en algún idioma de su tierra natal pero diferente al que empleamos ahora. Era una verdadera tortura tener que lidiar con eso todo el maldito tiempo –se quejó el ave antropomorfa interrumpiendo a su compañero en armas – Toda esa porquería en una obscuridad absoluta y penumbrosamente impenetrable. La única cosa que se le podría llamar luz solo dentro de esa brea a cada segundo se extinguía más y más carcomida por las malitas voces… grrr… de solo recordarlo me enferma.

– Ese humano… quiere erradicar el miedo por completo y sin importarle el costo… es tan absurdo, pero entiende perfectamente que al quitar el miedo, también lo hará con las demás emociones. “El miedo origina todo, incluso la vida o la muerte, el amor o el odio… sin él ya nadie morirá o estará solo. Mi nuevo universo será perfecto para todos, así sea el único cargando con las emociones acumuladas de cada habitante” eso fue lo que alguna vez pude descifrar que se repetía una y otra vez en pensamiento.

– Su manera puede ser muy extremista, pero… como dijo ella ¿Eita es realmente el malo? Incluso nosotros en su momento nos opusimos a la forma y leyes de existencia de Etincel-sama –con aflicción los cuatro guardaron silencio – Ahora que saben un poco de su mente, ¿Creen que está bien dañarlo solo porque nos daña a todos? –moviendo sus miradas a las pantallas, quizá compartiendo los 4 el mismo pensamiento dijeron a la vez:

Lo bueno del orden de Etincel, es que todos podemos elegir libres nuestro camino. Ella solo nos observa en silencio a menos que nosotros mismos decidamos hablarle, pero con el costo de tener una conciencia que resulta tan diferente a las de nuestros prójimos que el conflicto reina en la mayoría de pueblos. Lo que quiere crear Eita, nos arrebata esa libertad, volviéndonos sus marionetas; pero a cambio nos quita todos lo que nos atormenta, extasiándonos en las mieles de nuestros más grandes anhelos. Aun no es tarde, humanos, ¿De verdad que prefieren ustedes? ¿Un camino lleno de dolor y tormento, en el que es prácticamente imposible sin ayuda o trampas el conseguir sus metas? ¿O todo tan sencillo que no tendrán si quiera que esforzarse?

– Es probable, que de ganar Eita, no recordaran nada de lo que a ocurrido, pues desde su perspectiva esos recuerdos les traerán miedo y demás emociones negativas. Vivirán en la felicidad de la ignorancia.

– Cualquiera de sus “Pecados” estará por completo exento y ni siquiera serán atormentados por los fantasmas de los mismos. No tendrán ninguna preocupación o pesar.

– Nadie tendrá que sacrificar nada para obtener algo a cambio, solo lo obtendrá cuando sea que lo quiera. No tendrán que sufrir por perderlo pues ni siquiera tendrán ese o cualquier otro tipo de desasosiego.

– Incluso Eita usa esta guerra para terminar de desahogarse y no volver a caer nunca más en los actos que se ve obligado a hacer para cumplir su meta. Al final esa es una de las leyes de Etincel, un gran sacrificio conlleva a una gran recompensa.

Estando junto a Saya dentro del libro de Soma, escuchamos todo el silencio. Cuando terminaron todos de hablar volvimos a salir -siempre he creído, que la mejor manera de conseguir algo es mediante el esfuerzo y tratando lo mejor posible de no herir a nadie. En algún punto de mi vida me di cuenta que eso era imposible, porque los humanos solo vemos lo que queremos- eché una mirada rápida a las pantallas -solo un idiota podría ayudar desinteresadamente a otros- dije con una mirada y sonrisa amargas -sí, el mundo… no, todo es realmente cruel y mientras vivimos en la ignorancia podemos vivir completamente felices- alcé la vista para poder ver a Saya y luego a Shio y Soma -pero en realidad esa felicidad es una mentira dulce… hasta que no sabemos y sufrimos, no podemos saber lo que es la humildad y lo que es la verdadera felicidad…-

-incluso un pan duro sabe mejor ganado con esfuerzo que un banquete dado solo porque si- dijo Shio volvió a su yo habitual

-cierto es que según las reglas de Etincel, tenemos que perder mucho para a veces no conseguir nada… pero eso es porque nada es instantáneo. Tarde o temprano esa recompensa, por mínima que sea nos llegara… incluso con mi careto siempre serio, me gusta compartir sonrisas por fugaces que sean con Mikoto y los demás-

-dudo mucho que Hibiki solo haya ordenado suicidarse a sus digimon. Es una total estúpida, sí, pero solo mírenla, aun con lágrimas en sus ojos y el pesar de la caída de sus amigos quiere que Eita regrese y se arrepienta de todo lo que está haciendo para que juntos podamos abrirnos paso al mañana. Siempre lo dice, ¿no? “quiero un mundo donde aun con nuestras diferencias podamos unir nuestras manos y entendernos”. Ninguno de nosotros es un santo o mucho menos caballero, todos hemos hecho algo de lo que nos arrepentimos, pero eso mismo es lo que nos ha traído hasta aquí y nos hace quienes somos-

-el miedo no es siempre malo, gracias al miedo surgieron las alianzas, la amistad, el amor, el todo. Piénsenlo, el miedo al vacío llevo a Etincel a crear a Lambda y luego al todo-

-nada es para siempre, tarde o temprano el odio o el amor llegara a su fin, pero eso no significa que nos resignemos, ¿cierto? Al menos nosotros queremos seguir en esto, aun si nada es gratis… o si nunca conseguimos lo que tanto queremos… un estómago vacío hace la comida más rica, una garganta seca hace al agua mas agradable-

-nosotros nos los juzgaremos o los obligaremos a nada. Ya nos quedó claro varias cosas- les sonreí ampliamente a todos -pero nosotros seguiremos peleando por este universo y por todos, si nada es para siempre, en algún momento todos podremos sonreír con las frentes bien en alto, consientes de nuestros actos y los de los demás-

-recuerden, el miedo a volver a fracasar nos hace aprender de nuestros errores, jeje-

-Misaki, deberías aprender a admitir que te preocupas por todos, y no querer cargar con todo como Mikoto; te hace ver como la mala tajante cuando eres jodidamente dulce y más frágil que nuestra pikatsundere-

Resoplando ulterior a la perorata sobre la vida, dimensión perfecta, entre otras cosas que uno piensa de pequeño, adolescente o en otra de sus vidas, gruñí airado, no era un gruñido humano, se asemejaba más a uno animal, gutural. Después de los suceso en los que no había participado, uno tras otro, como golpes bajos en la boca del estómago de alquilen que desea inculcar algo con mano despiadada y desdeñosa. Aspire dejando salir el aire en una corriente, relajando los músculos al mismo tiempo que mi cuerpo- Antes... Me habría gustado escuchar ese tipo de alegato demagogo que endulzaría los oídos de cualquier persona, ahora mismo, da igual la utopía fantástica que se hayan montado ¿Están diciendo que las personas que murieron y morirán les importa poco? Yo podré ser un simio incompetente pero ¿Ustedes eran guardianes? ¿Prefieren una vida sencilla dejando de lado toda esta lid que maquinó un humano con intereses propios o no propios? De pues de haber conseguido lo que tuvieron con esfuerzo ¿Tanto les disgustó? ¿Tanto les desagradó haber compartido esos sentimientos que Eita quiere desaparecer? Pues a mi no y a Hibiki, Misaka, Misaki, Alisa, Rio, Saya y muchos otros no, prefiero sufrir cien veces que volver a vivir en una mentira. -De mi digivice salieron tanto Selene como Azrael, Akashi y Horus, cada uno en su forma Rookie, era algo alucinante ver al pelirrojo como otro Guilmon.

El rojo mas serio alzó una mano con garras- Hmpf incluso después de haber muerto en mi absolutismo quiero seguir viviendo esa vida que me llevó a conocerlos a todos, sin importar lo que sea o sean los demás. Ganaremos esto, si a mi me trajeron de vuelta en una situación diferente podemos con Eita. -Cruzó los brazos de forma inesperada, con aires vanidosos pero a la vez orgulloso y compañero- Tomaré lo que desee y levantaré la mirada sabiendo que me esforcé por conseguirlo y que tuve ayuda para ello -Elevó la barbilla.

.- Sino hay errores ¿Qué sentido tiene disfrutar de algo? Muchos errores llevan a risas y el llanto se soluciona con sonrisas, a veces es mejor confortar a alguien que verlo siempre en una felicidad ardid. -Los fríos ojos que a duras penas se notaban heterocromos expresaban felicidad a pesar que el rostro de la digimon zorruna era inexpresivo.

.- Todos queremos volver a casa, nuestra verdadera casa. -Recogió los hombros con un gesto travieso, haciendo énfasis en "verdadera"- Así que déjense de versos, ésta es una lucha para traer devuelta al escuchimizado a casa y no dejaremos que destruya lo que conocemos. -Hizo un gesto con la mano.

El rojo miró a Misaka y, de forma poco usual, levantó dos garras en ánimo.

Izayoi cantó su canción hasta el final, quería darse tranquilidad a si misma, pero tambien como cantaba suavemente había escuchado todo y sentía que Blaze tenía razón... Tomó su valor y trató de articular palabra, no quería meter la pata, era cuidadosa porque no quería pasar a llevar a nadie ni lastimar a otros...

-sé que no tengo idea de lo que está pasando, pero hice una promesa de usar este poder para proteger a otros... si estamos para ayudar, para qué nos siguen preguntando? no estamos aquí y ahora? - dice con su dulce voz -prefiero un mundo real a una utopía... porque al final, la realidad es eterna y la utopía se acaba...

-Izayoi... - Raito la mira en calma

Sonriendo por lo bajo y negando con la cabeza, los cuatro espíritus suspiraron – ¡Hmpf! Realmente ya da igual lo que les digamos… de por sí ya no nos queda mucho tiempo. Yendo al grano, todo tiene un punto débil, en particular ese chico Eita tiene uno muy destacable y que sería mejor que le sacasen provecho antes de que el sacrificio de ella sea en vano

– Sus clones, tienen que derrotarlos a como dé lugar. De otra forma, será convertirá en un cuento de nunca acabar, pudiendo volver siempre…

Apenas al terminar de articular tan pocas palabras, los cuatro espíritus se desvanecieron en un millar de luces azuladas y doradas; acto seguido, las cuatro bestias mecánicas también se apagaron, pareciendo enormes templos de piedra exuberantes.

E-está muy cerca… – pensó la niña rubia tragando en seco y perdiendo el hilo de todo lo que había ocurrido hasta ahora  cuando la voluptuosa… “Niña” la tomó por los hombros. Se quedó cual piedra incluso luego de que la soltara y los demás presentes continuaran con sus respectivos diálogos. No siendo más que una estatua con una perfecta línea horizontal por boca, luciendo más una póker face que su calmo o irritado semblante costumbre, la rubia pensó – Re-relajate Taishin, no es momento para esto… ¿Pe-pero ¡Por qué putas se me acerco tanto!? – solo pudiendo relajarse ínfimamente al sacudir su cabeza, suspiró pesadamente. Una vez consiguió “acomodar” vagamente sus pensamientos, observo a todos los presente – ¡Ja! Ya vi que tenía razón, así que me encargare de los del mundo de los muertos – aquellas fuertes palabras no eran ni una sugerencia ni una petición; era una declaración indirecta del tipo “Puedo yo sola, y solo me estorbarían” de parte de la pequeña rubia. Sin mediar más explicación o esperar la opinión de los demás presentes emprendió la carrerilla a un balcón cercano saltando al vacío sin preocupación alguna; acto seguido, de su loader salió un digimon gigantesco y melena verde el cual valiéndose de un cuchillo abrió un portal en plena caída libre. Apenas cruzarlo tanto el ente digital como la niña el portal se cerraría al instante.

Continúe por un largo tiempo sumida en mis pensamientos abrazada a mí misma, el solo tener a Misaka cerca, me rompía el alma. Después de todo, ella era la original, si, la primigenia de todas las demás sister, aquellas a las que y había jurado en silencio proteger. Pero que al final había fallado garrafalmente matando con mis propias manos a la última y más importantes de ellas – Last Order… je… pensando en ello un poco, es irónico que se llame así… incluso en la muerte, fue a ultima… –pensé riendo por lo bajo, recordando todo lo que habíamos pasado.

Alce la mirada para dirigirla a la original, podía sentirlo, igual que siempre se esmeraba por lucir fuerte y así no preocupar a los demás y al mismo tiempo darles un poco de aquello llamado esperanza y fuerza; pero en sus adentros se notaba temerosa por perder a más de sus… no, de nuestros seres queridos. Salí del mundo del libro del digimon segundos después de Misaka; observaba las pantallas con clara melancolía – Él arruino nuestras vidas… él mato a nuestros amigos… nunca demostró ni un dejo de remordimiento… –pensaba sintiendo el impulso humano de romper en llanto, pero, en el momento que estaba por rendirme por completo, incluso más allá de las palabras de cualquiera de los presentes, la canción de la niña de cabellos llamativos, así como la rubia con una especie de cola roja… me hicieron percatarme de algo…

Ninguna de las dos tenía una razón en particular para estar presentes aquí y ahora, en especial la segunda… ni siquiera tenía memoria de llegar a verla en algún momento… y aun así… estaban listas para hacerle frente a Eita – ¿Qué estoy haciendo…? –murmure mirando mi diestra; tenía la alucinación de tenerla tinta en la sangre de Last, pero al mismo tiempo, como si mi visión sufriera daños veía su pequeña manita estrechando la mía.

Nunca te olvides, que tenemos la promesa de comer todos juntos de nuevo…

Resonó en mi mente esas vagas palabras en un eco compuesto de las voces no solo de Last y las sister, sino también de sus digimon, también la de los demás caídos hasta ahora… incluso la propia diosa – Ah… es verdad… –me enderece lentamente, dando unos pasos hacia Misaka – Yo enfrentare… a aquel –indique con mi índice al que parecía un hombre adulto, dedicándole una cándida sonrisa a la pequeña frente a mí – No te preocupes, recordé algo que hizo que me recuperara… –antes de que me fuera en una fracción de segundo, acaricie su cabeza – No pierdan, ¿Bien…? –alcance a susurrar…

Guardé a mis compañeros dentro del digivice, excepto uno y cerré los ojos, suspirando suavemente con una sonrisa algo amarga. Que estupidez, era nuestra culpa y al final le dejamos todo a una niña, porque desde el comienzo que no nos relacionamos, no nos escuchamos y tuvimos una inimaginable tensión entre nos, ni siquiera nos dimos mucho tiempo a conocernos... Je... Al menos de mi parte, claro, pensar en culpas no nos llevaría a nada ahora, miré a Azrael quien solo se encogió de hombros, mostrando una sonrisa lánguida y traviesa como siempre, me intrigaba verlo sonreír como si el mundo no se estuviese por acabar, no solo para nosotros, sino para el resto. Eché una mirada a mis últimos acompañantes, tanto Taishin como Saya ya se había retirado por su cuenta, no éramos un equipo, pero ¿Qué más se puede pedir? Dentro de todo esto había pequeños lazos que nos inspiraban a estar donde nos encontrábamos, hacer lo que hacíamos, proteger lo que queríamos y seguir ideales. Decir algo estaba demás ¿A quién se lo diría? Saqué de mi bolsillo un cigarro para llevármelo a los labios y lo encendí lentamente, olisqueando el tabaco, la nicotina. Ahh... Abrí los ojos, dejando ver iris plateadas, del color del metal y sonreí de lado- Supongo que al final los lazos más fuertes son los que perduran, incluso si el mundo quedase bajo la garra de Eita, dudo que incluso el pudiese borrar algo así ¿No? También me retiro entonces. -Volví mis ojos nuevamente al serafín que acomodaba sus alas, plegándolas sobre su espalda para estar más cómodo.

Azrael envolvió sus dedos en ascuas azules y chisporroteantes que generan el sonido de la madera resquebrajándose o el vidrio haciéndose añicos, giró, sobre si mismo y agitó la mano de arriba hacia abajo, abriendo un portal sin mucho esfuerzo- Cuando regresemos, aunque sea muy tarde, intentemos comer todos juntos sin matarnos o... Lo que sea que hagan los amigos. -Indiqué a mis acompañantes, no estaría mal conocernos normalmente ¿No? Con rencores y todo, incluso Sei quería volver a competir con Alisa, ahora estarían más igualados ¿No? Algo e decía que no era la mejor de las ideas, pero así tal cual estaba bien, de vez en cuando hay que ignorar las advertencias del subconsciente para dar paso al riesgo. Alcé la mano, dando media vuelta para ingresar por el portal. El ángel sonrió malicioso, como un niño a punto de realizar travesuras o dar problemas a sus padres y me siguió, cerrando el pórtico correctamente. Nos dirigíamos a enfrentar a los clones de Eita ¿Qué iba a tocar ahora? Taishin me había salvado de las tres harpías, pero eso solo era parte del comienzo, parte de la "fiesta", llámese X, llámese Y.

Izayoi veía lo que sucedía, estaba confundida, pero luego escucha las palabras de Blaze y asiente, decidiendo seguirlo en compañía de sus digimons, para atravesar el portal que el joven había abierto, junto a sus digimons

Ver como se iban marchando poco a poco no me sorprendió en particular, hasta que note que Blaze se marchaba con la señorita caída del cielo sin siquiera recordar mi presencia. En algún momento llegue a pensar que por ya conocernos, lo más correcto sería formar una alianza, pero evidentemente esa idea no era recíproca.

Déjalo Rio, ellos tendrán sus razones…

Pensé en un fugaz juicio de a quién podría apoyar. O mejor dicho, con quien, mis digimon y yo nos acoplaríamos mejor. Era bastante obvio, el único lo suficientemente tranquilo, frio y sereno como para no parlotear durante horas sobre sus sentimientos abiertamente como si fuera tan normal era el único “adulto” presente. Él me recordaba a mi hermano mayor, así que eso le sumaba un punto extra.

Si no les importa, iré con ustedes.

Indique cruzando el portal después que el hombre y su digimon angelical.