Ira del agua

¡CALLATE IMBECIL! –rugí furioso congelado toda la sala, paredes, suelo, techos, ventanas, icluso hasta la última gota del agua de la piscina quedó perfectamente congelada Da igual que ta puto rápido seas si solo eres un cubito de hielo

¡UN MALDITO IGNORANTE COMO TÚ NO TIENE FORMA D— –antes de que pudiera gritar por completo furaco por su acción, la explosión volatilizo todo el agua por una combustión de la propia molécula del agua, incluyéndome Incluso un jodido idiota… como tú… –alcance a decir antes de desplomarme en el suelo y evaporarme en varias partículas…

– Sabia que podías derrotarlo, gracias a tus esfuerzos e podido incluso recobrar a Ruta –articulo una cándida voz que seguramente te resultaría ya familiar, su dueña se presentó ante ti.


Como era de esperarse, era de la misma raza que los guerreros que te intentaron ayudar, la única diferencia marcada, era el aura espectral que la embolia. En efecto, era un fantasma – Desde que ese humano agredió a nuestra diosa, solo he podido contemplar en silencio sus actos atroces, sin siquiera poder hacerle frente con Vah Ruta… pero ahora, soy por completo libre –sus primeras palabras fueron expresadas con profunda tristeza, per al terminar, fue capaz incluso de dedicarte una agradable sonrisa llena de agradecimiento – Como podrás darte cuenta, no soy más que un fantasma, por lo que mi poder ya no me sirve… te lo sedera, esperando a que yo tengas miedo a ser herido por no pensar bien las cosas. Así ya nunca nadie tendrá que sufrir tus indecisiones –como si rezara, junto sus manos y agacho la cabeza, generando una burbuja de energía la cual lanzo a ti –Con mi plegaria, podrás levantarte incluso cuando todas tus fuerzas estén mermadas… de nuevo, muchas gracias… por derrotarle y salvar al resto de mi gente…

La bestia divina abrió todas sus compuertas, permitiéndote salir de la misma mientras soltaba un gran rugido característico de los elefantes, solo que acorde a su descomunal tamaño.

Sí, sí, responde a tu conveniencia. ¿Por qué no se lo hiciste al huesudo, eh?  ¿O es que solo puedes responderles de esa forma a los que son más pequeños que tú? –articulaba a cada segundo más enojada, dando pasos más pesados y con las manos en los bolsillos.

Kehehehehe… juega mucho con su suerte, viejo… intenta cualquier cosa salida de un pedófilo como cargar a Taishin, y terminara entre mis fauces, ¿Trato? –artículo en voz cordial pero tétrica y carrasposa la xros, aun debajo la ropa de su dueña.

Jodido insolente, solo por ser alto… –farfulló entre dientes antes de poder ver al fin al sujeto que seguramente estaban buscando – ¡Heh! ¡Chico del Ulforce V-dramon! –gritó alzando el brazo como ademan de saludo; estando en otro planeta y siendo él el único humano aparte de ella y el joven, la lógica dictaba de quien se trataba – Soy Asakura Taishin, y el pedófilo detrás mío es un viejo idiota… si estas tan tranquilo supongo que ya derrotaste al llorica de pelo negro y huesos marcados ¡Certo?

Hice oídos sordos con un suspiro, me iba a desinflar en lo que restaba de la batalla contra Eita, pero si podía hacer algo útil como reunir a todos y llevarlos donde Hibiki no podía quejarme. Usé mi meñique para rascar la mejilla cuando vi a Blaze, Akashi me había hablado de él mientras estábamos en casa sin hacer nada, al menos había podido instruirme sobre algunas personas que conoció cuando estaba vivo- Pues el huesudo también me veía como un debilucho, así que no hacía mucha diferencia lo que le dijese. -Puse mi mirada en ella, agachando un poco la cabeza para verla- La fuerza no depende del tamaño y dime lo que quieras, lo tomaré para captarlo. -Bufé ligeramente mirando a la cabeza en el brazo de la joven.

.- No te preocupes, no me interesan las mujeres, ni siquiera si son planas. Ahórrate el chiste próximo. -Eché una mirada a Blaze ignorando lo que la cabeza en el brazo de Taishin pudiese decirme- Zess simplemente, puedes llamarme como quieras, usualmente nadie me llama por mi nombre y menos últimamente. -Alzó la voz después que la rubia hablase.

En eso se escucha una voz que viene de los cielos

-cuidado abajo!!!- era el grito de una chica que iba cayendo desde el cielo, abrazando a su digimon, un cachorro amarillo...

Una rafaga de aire golpea el piso con fuerza y la chica intenta caer de pie, pero igualmente cae sentada en el piso y su digimon sobre ella

-no vuelvo a viajar así contigo!!- le dice su digimon algo molesto - te dije que debías practicar, no llegar y hacerlo!!!

La chica bajó la cabeza apenada

Spoiler:

¿También? –replico la niña dirigiendo toda su atención al hombre durante escasos segundos – Aun si no andas de llorica como ese imbécil, no significa que no te lleguen las palabras. Que aun reacciones incluso a las tonterías de una niña y señales algo tan absurdo como el tamaño de los pechos lo demuestra –respondió observando el panorama que los rodeaba. Afino la mirada al notar armas como flechas y arcos flotando a la deriva, la cantidad no sugería que estuviesen allí solo porque los habitantes del planeta fueran particularmente descuidados con sus pertenencias.

La lógica aunada a las sensaciones de muerte que solo podían provenir de la mano del sujeto que ella misma había enfrentado ya, le crispo la piel, pero nada comparado al escuchar la tremenda tranquilidad de Blaze, quien se presentaba y afirmaba su victoria como si fuese cualquier cosa. Por si lo anteriormente mencionado no fuera suficiente como para marcar de alguna clase de psicópata al chico, de su interior profería un poder abrumador, ajeno al de un humano normal. En algún punto incluso se hizo a la idea de que el mismísimo Blaze había sido el que acabó con la vida de los dueños de las armas flotantes; al fin de cuentas, había juzgado bien al esquelético y al joven con el que había llegado hasta aquí. Si Zess hubiera muerto, Taishin estaba segura que su muerte no le habría pasado desapercibida, en especial siendo ella una chaman; y entonces estaba Blaze, tan tranquilo y sereno como si nada hubiera pasado pese a tener cientos de armas que representaban al menos a más de 6 batallones enteros…

Existían muchas cosas que le desagradaban, como el café negro sin un grano de azúcar y a decir verdad, ni que fuera un toque de leche; pero a lo que se refirió en temas serios, que alguien dejara atrás o morir a sus compañeros por poco o nada conocidos fueran, le repugnaba. Inclusive, Zess, con el que chocaban apenas se terminó el combate, guardo tiempo para irse juntos en la cacería de “Dios” incluso atreviéndose a bromear con la severa agresividad de la niña. Vacilando en proferir o no palabra sobre el repelús que le daba el chico, observo a la distancia un elefante de tamaño inigualable y con ello, el eco de una voz humana y femenina le hizo dejar por un segundo el escrutinio mental.

La humana no solo había salido de la nada, sino que también cayó desde gran altura, aterrizando de forma particular y sin sufrir daño alguno. Cualquiera se podría dar cuanta que usó el viento, ella lo uso, no su Digimon… ella. Para colmo, sentía el mimo tipo de presencia de Blaze en la chica recién llegada.

Zess, ¿Has visto eso? –le cuestiono al adulto señalando las armas flotando para después el elefante – ¿No te parece… extraño? –por inverosímil que fuera, la niña escogía cuidadosamente sus palabras, modulaba su voz y el temperamento que demostraba ahora era uno más bien serio, áspero, pero serio al fin de cuentas – Me tragaré mi orgullo pidiéndote disculpas por todo lo que te había dicho, pero a decir verdad me exasperaste y luego solo seguí el juego de los dimes y diretes. Ahora bien, no te conozco… pero me das más confianza que ese chico, o la chica caída del cielo, ¿Para ti está bien que vayamos en grupo? Supongo que tu o tus Digimon conocen a uno de los dos y confiare en tu juicio, pero si de por sí ya chocamos tu y yo, ¿Te crees que continuar en grupo nos convenga? –se cruzó de brazos alzando la cabeza y con ello la mirada para poder chocarla con la del hombre expectante de su respuesta – Siéndote honesta siento que es capaz de dejarnos tirados o usarnos de carne de cañón… además, ¿Deberíamos inspeccionar el elefante? Siento una presencia fantasmal importante ligada al elefante mismo –y con eso, guardo silencio para darle oportunidad al joven de responder, era bastante obvio que le tenía ya confianza, después de todo y aun cuando la autoestima del hombre prefería cederle todo el crédito de su anterior victoria a únicamente a la niña, esta lo veía más como una victoria compartida, después de todo, ella solo llego como un toro a ejercer justicia por la Tierra y sus habitantes… vivos o muertos.

Peine el terreno mientras la rubia me hablaba, en una rápida pasada había dado con cientos de armas que flotaban o se hundían sin remedio alguno ¿Había sido Eita? Tridentes, mandobles y arcos rotos, alcancé a ver al elefante mecánico mientras arrugaba el entrecejo, parecía que hubiesen chocado contra un muro de espinos flameantes o de hielo en otro caso ¿Eso habría sucedido de haber luchado con Eita? Agradecía que Taishin se hubiera presentado, pues si esa era la destrucción que podía provocar "Dios" en una batalla contra aquel Hunter que parecía tener un poder inusual, casi como el de Hibiki pero más... Destructivo, sentía el miedo trepar por su dorsal lentamente y la calma del castaño era extraña. De reojo eché un vistazo a la blonda, imaginando que podía estar razonando lo mismo, llevé una mano a mi digivice pensando que Azrael podría hacer un recuento de muertos pero seria inútil, con solo verlo era difícil de calcular y tenia una mejor idea para ello.
Al pronunciar el nombre de una de mis armas "Emperor Eye" este subió como un rayo de luz a mi ojo izquierdo ajustándose apenas al girar, primero divisé a Blaze, luego las armas flotantes y posteriormente a la joven que cayó del cielo, y al elefante, leí la información con rapidez aunque tenia una idea de los sucesos- Batallones de hombres pez destruidos por Vah Ruta, es el elefante metálico que está allá, parece que lo último que sucedió con él es que fue controlado por Eita y destruido desde dentro por Blaze mientras los hombres pez atacaban por fuera.  -El aura fantasmal que por venía de allí dentro lo vislumbre gracias a la mirilla en mi ojo, mis manos se movieron por si solas cerrándose en un puño, yo no había hecho nada, no podía reclamar nada al castaño pero tenía entendido que los Hunter poseían más de un digimon- Quizás no lo está pero es lo que Hibiki hubiese querido... Entiendo que puede dejarnos tirados como tu dices pero no por eso voy a ser como él, creo que mientras más manos tengamos mejor siempre que nos cuidemos las espaldas. Eso no erradica el hecho que hayan aniquilado a tantos, tu eres hunter, debes saber que ellos tienen más de dos o tres digimon. -Mordí mi labio inferior con un colmillo, algo reacio a regresar mis iris plata hacia el panorama- No sabemos cuantos clones más queden fuera y la presencia del elefante es debido a su dueña, murió y quedó atrapada dentro de él. Si queremos ayuda debemos confiar en ellos. Akashi.. ¿Qué dices? -Saqué mi digivice para escuchar la opinión del pelirrojo, su voz sedosa me llegó a los oídos- La única vez que estuve con Blaze él era así, fue cuando estaba vivo y era un humano, no llegué a conocerlo demasiado antes de morir pero era imperturbable en su momento. -Bajé el aparato pensando que aún quedaban más y enfrenté la mirada de Taishin- Aún quedan fuera Rio, Saya, Medaka, Misaki y Hibiki. También luchaban con los Eita, tenemos que reunirlos o ayudarlos en caso que él cause mas destrucción y muertes... Lamento si el juicio Que doy no es el correcto. -Guardé el dispositivo que contenía a mis digimon.

La chica se levanta y se limpia su vestido, su mirada se fija en los muchachos y al ver a Blaze sonríe
-senpai, es bueno volverlo a ver- le sonríe - veo que está acompañado... -hace una reverencia - mucho gusto, me llamo Izayoi, es un placer conocerlos - dice educadamente - y él es Raito, mi Salamon

El Salamon sólo mira a la chica y suspira frustrado -no es momento de presentaciones....

-Raito, la educación es primero... - dice la chica, su digimon la mira con mala cara, en lo que aparecen un par de digimons pequeños, uno de color azul con puños de metal y el otro con apariencia de muñeco de caballero
-eh! mas respeto a la dama! -dice el azul
-que seas el principal no significa le faltes el respeto a nuestra ama!- dice el caballero

-chicos... tranquilos... no pasa nada... - les dice Izayoi - al menos descansen hasta que sea el momento - los regresa a su applidrive -lo siento, son un poco... sobreprotectores...