Es un cliche...? seh, y que?

Cuando has sido malo… lo señale con mi abanico ¡TE DISCULPAS!

¡LO SIENTO MUCHO! –me arrodille en el suelo al más puro estilo de un japonés, golpeando mi cara contra el suelo

¡Mm-hmm! Te perdono. Y con esto, ¡Se acaba esta locura! declare sonriendo felizmente. Ahora bien, pasemos a arreglar todo este estropicio y a cumplir todo lo que acabas de decir, Eita-chan

Masamune… ¿Qué estás haciendo… humillándote de esa forma? –susurro una voz extrañamente familiar pero al mismo tiempo ajena a los recuerdos de todos los presentes. Surgiendo de entre las profundidades de las sombras; pero, el problema era justo ese, una presencia adimensional que todos conocían de una u otra forma y al mismo tiempo desconocían. Una presencia que en teoría había dejado de existir desvanecida por ser la piedra angular de toda la amalgama que él se había ido poniendo segundo a segundo…

Sí, esa presencia, no solo se sobreponía al poder de los presentes, incluida la diosa del todo, sino que también sostenía una esfera energética lumínica en su siniestra. Dicha esfera era la única cosa que conseguía develar que aquella presencia compuesta primordialmente de sombras poseía una vaga y burlesca forma humana. La creatura engullo en su ser la energía que en su momento había sido de Hibiki y eventualmente usurpada por Eita. En lo que parecía ser el mismo movimiento que empleaba para deglutir la energía, se movía en una acometida centellante empuñando con su diestra algún tipo de katana de aspecto místico y quizá, prohibido. Su objetivo era por demás obvio, y pese a ello, la sucesión de acciones fue ridículamente rápida como para permitirle reaccionar a alguien que no estuviera acostumbrado a tanto llevar como evadir la muerte en el campo de batalla.

La persona que había hecho humillarse a sí mismo e implorar perdón así como la salvación de su existencia y vida de la única persona por la que todo este tiempo había sentido algo, era la que reservaría todo el odio y resentimiento en un solo corte horizontal que pretendía desgarrar el abdomen por completo, arrancando de raíz el torso de las piernas de su objetivo, Medaka.

Escuchar aquella voz de ultra tumba me heló la sangre, lo que era particularmente extraño en mí, tomando en cuenta que nada de lo que había sucedido hasta ahora me había asustado ni una pizca… usando más los reflejos y deseos de aferrarse a la vida aprendida de otros fue que conseguí “esquivar” el ataque de la sombra. ¿Por qué estoy tan asustada…? termine tirada de espaldas en el suelo, apoyándome en mis codos tratando de levantarme No puedo moverme… no, espera un segundo… acaso… ¿Estoy paralizada por el miedo…? un punzante dolor en mi tronco me medio hizo reaccionar, pero solo para poder bajar la mirada, dándome cuenta que tenía un tajo sangrante en toda mi caja torácica Pero… estoy cien por ciento segura que esquive su ataque… pensé escupiendo un pequeño heiser de sangre, completamente anonadada de la situación sin poder siquiera respirar

¿A que le tienes… tanto miedo…? –cuestiono la entidad con su cuerpo metaformandose a un aspecto cada vez más monstruoso solo para terminar reducido a una figura femenina, de nuevo, bastante familiar para el resto….



Hola, soy yo, Hisako… Shin Hisako. La que por mucho tiempo estuvo… pero ahora, con su ayuda, ella está muerta. Y tengo las memorias y los poderes del todo en mi interior. –con solo agitar un poco su espada, consiguió dejar heridas por todo el cuerpo de la humana frente a ella mientras sostenía una sonrisa sádica y burlona.

Hi-Hisako, ¡Para! ¡Y-ya no hay razón para seguir con esto!

¿Masamune…? ¡Hmpf! –sin reparo alguno agito su espada de tal forma que mataría a ambos

Me sentía rodeada por total obscuridad, sin poder moverme, hecha bolita en el suelo llena de miedo y dolor

-Biki, ¡Hey Biki! ¿Puedes oírnos…?-

-por favor, no tengas miedo mi niña. Todos estamos aquí, te protegeremos- escuche claramente la voz de Etihw -no lo dejes ganar, él solo te quiere dejar contra el suelo. Empújalo de vuelta, vamos…-

-es verdad humana, sé que puedes ganar; solo confía en ti como nosotros lo hacemos- dijo Byakko

-¡Hey, Biki! No solo sobreviviste aquella vez, también aprendiste a usar mi loader y hasta nos encontraste. Así que no te preocupes, puedes hacer lo que sea, ¡aun estamos contigo!- dijo Kanade confiada y sonriente igual que siempre

-¿huh? ¿Qué pasa niña? ¿aun no derrotas a ese rarito? ¡hmpf! vamos, no puede hacer nada contra ti- dijo el que Byakko habia llamado Terumi

-tecnicamente es imposible de vencer, pero de alguna forma se que tu puedes- dijo un pequeño hombre -como ese niño hizo-

-Biki, por el futuro de humanos, digimon… de todos, ¡tienes que seguir!- dijo Pulse, seguido de el escuche las voces de todos mis amigos, animándome, apoyándome… no solo ellos, también escuchaba las voces de todos los seres que me habían ayudado prestándome su fuerza -todos estamos contigo, vamos, casi lo tienes-

-sigue intentándolo, sé que puedes conseguirlo-

-no te preocupes por tu espalda, estamos aquí contigo. Por eso no te rindas-

En algún momento, ya no estaba entre toda la obscuridad sino que en un sitio lleno de luz dorada anaranjada. Todos me sonreían abiertamente… -es verdad… aun puedo… aun puedo… ¡AUN PUEDO!- mi cuerpo se movió solo protegiendo a Medaka y Eita del ataque de Hisako; tenia tanto impulso que los arrastre conmigo lejos, aunque el ataque consiguió herir mi espalda -lo siento Medaka… pero ya esta todo bien, porque ¡AUN SIGO AQUÍ!- dije enderezándome como si ninguna de mis heridas me dolieran -Eita, lleva a Medaka con Etincel; aun no es tarde-

Hi-Hibiki… –conseguí pronunciar, tenía miedo y terror de Hisako y Medaka, pero la Hibiki de justo ahora… lucia… mucho peor. Estaba completamente destrozada, más como un zombie que una humana, y aun así estaba dispuesta a continuar. Trague en seco mirándola a ella, luego a Medaka que tambien estaba en un estado deplorable y luego a Hisako, ¿En qué momento se había vuelto todo tan retorcido…? Hibi… –le hiba a decir gracias, pero al ver que no estaba sonriendo ni un poquito, cargue como mejor pude el cuerpo de Medaka para hacer lo que me dijo

Te había estado esperando… –murmuro con una ensanchada sonrisa Fue bastante rápida protegiéndolos, ni pude verla, pero… no es nada comparada a su velocidad anterior… jejeje… –exclamo en sus adentros Aquí estamos ahora, finalmente. La niña que aclama a todos que es pacifista apenas conocerlos con sus puños en alto. Vino a enfrentarme temblando de miedo; pero sabes que no es la primera vez que nos enfrentamos… y solo por si estas curiosa, yo siempre gano, jeje. ¡Oh! olvida intentar escapar, la salida se fue por siempre... pero no te preocupes, tu vieja amiga sigue aquí… para destrozarte en pequeños y sangrientos pedazos, una y otra y otra vez… mjjjm…

-¡AUN ASI!- di un desplante hacia adelante empuñando el loader -estoy aquí para detenerte, asique… ya ríndete, Hisako, aun no es tarde-

-¡Aun asi! ¡intentar el entendimiento mutuo nunca a sido una pérdida de tiempo!- respondí poniéndome en guardia -si crees que nuestras decisiones y propio criterio es lo que nos lleva a meter la pata siempre y con ello a luchar… no me dejas más remedio que enseñarte con mis puños que esa no es la respuesta-

Esta bien, te mostrare lo frágil que eres, me llevare todo recuerdo que existe de ti para sumir a todos en el miedo. Sin ti es seguro que ya no intentaran nada… espera, hasta ahora aun contigo presente no es como si les hubiera importado mucho, ¿verdad? Pero está bien, convirtamos esta última pelea en nuestra obra maestra –con esa última palabra se precipito contra la niña blandiendo su espada con maestría letal con un solo tajo lateral.

-rayos, pensé que la asustaría con eso- pensé en un segundo usando el loader para detener su espada. Siempre creí que el loader era super duper ultra mega giga resistente; digo, en todo lo que he hecho nunca sufrió ningún daño, pero justo ahora… tan solo… con tan solo un ataque de Hisako… el loader de Kanade… fue casi destruido por completo. No solo eso, también mi mano, incluso mi brazo -yo…- hasta ahora había peleado, caído, levantado, de todo sin importarme incluso quedar ciega y sorda. Pero ahora, justo ahora… incluso sin poder ver ni escuchar correctamente a Hisako mas que percibiéndola con ayuda de Byakko -yo…- de verdad… tengo… miedo

¿Qué ocurre, niña…? No me digas que te has paralizado del miedo –farfullo con malicia sonriendo de la misma forma. En un rápido movimiento deslizo de regreso su espada y al mismo tiempo arremetió con un rodillazo al estómago de la niña ¿Será que al fin entendiste que morirás sin remedio alguno y por eso fuiste devorada por el miedo? –con forme hablaba, desencadeno un combo de patadas, puñetazos y demás golpes sin fin contra la cría…