Es un cliche...? seh, y que?

Rápidamente forme un escudo de energía, soporto los primeros golpes pero colapso mandándome lejos hasta estamparme contra una pared. Pensé se detendría igual que siempre, que se contendría esperando a que me recuperara… pero no, la última secuencia de tajos me dio de lleno Maldita zorra… por fortuna, no puede dañarme –pensé dando un desplante recuperándome al instante, un desplante más y me estaba precipitando en su contra para rebanarla con mi arma desde los aires

Di un salto, más rápido, con más ansias destructivas que ella. Me da igual si no le hago nada, incluso es mejor así, puedo repetirle lo mismo que le hizo a todos, puedo quitarme las cadenas de la piedad… puedo desquitarme, vengarme

Solo así, con un salto fue más rápida que yo, desvió mi ataque y mostro que era peor que yo…. Sus ojos, esa mirada era aterradoramente gélida aun a través de su máscara. Caí de rodillas mirando mi brazo; no tenía ninguna herida, ningún rasguño, estaba intacto, pero… la visión de que me lo había arrancado burdamente con el extraño bastón budista que usaba se mezclaba con mi visón normal ¿Me estas jodiendo…? –pensé mirando a la “niña” y aún tenía esa maldita mirada de ejecutor por encima del hombro. Gruñí enderezándome y arrojando mi puño contra ella estirando mi brazo como si fuera “ese” sujeto

Con un golpe ulterior desvíe su puño, apareciendo en el segundo siguiente detrás de ella para empalarla desde la cabeza con mi bastón

Teleportacion, algo que siempre use para ataque y defensa me salvo el pellejo ahora mismo. De no ser porque me moví de lugar, posiblemente me habría dañado. Pues no era solo clavarme la cabeza con esa extraña arma, no, tenía tanta fuerza y furia que al incrustarse en el suelo desato una terrible explosión Es demasiado fuerte, es como si su obsesión con derrotarme la hiciera a cada segundo más y más fuerte. A este ritmo, a la larga me saldrá caro este enfrentamiento, pero yo sol-- –sonreí maliciosa al caer en cuenta de algo ¡Hey, Hibiki! … ¿Te molesta si pido algo de ayuda[/font] –extendí mi zurda, en la que se formó una especie de esfera hueca y transparente

A esa esfera la atravesé con mi katana, haciendo que un torrente de energías obscuras se desatara vehemente dando paso a… ¿Esto no te trae algunos recuerdos…? –una silueta poco pero a la vez, por completo reconocible


Cuando esta figura abrió los ojos, esta figura libero en un vendaval la mayoría de las sombras, dejando ver más claramente su corrompida figura, sin esperar ni titubear empezó el ataque; lluvias de lanzas seguidas de una especie de drones en miniatura que arrojaban laceres obliteradores


¡Ahora esto si ser divertido de ver! –dije entre risas de euforia Teniendo a tu mejor amiga, tu ídolo, la que te salvo la vida, incluso tu primer digimon cazado, siendo consumida por tu propio odio –decía extasiada mientras mi creación atacaba sin compasión ni mente ¡MATALA –sentencie y acto seguido uno de los drones disparo un rayo concentrado

Me estaba enojando más y más, sin prestarle la menor importancia a sus acciones hasta que… -¡--!- me congele al ver a Kanade-chan convertida en su marioneta, ni siquiera podía reaccionar y ya ni esquivar, tan siquiera bloquear sus ataques, solo podía recibirlos sin saber que hacer -¡¿--?!- pensé que era mi fin, pero al último segundo un silueta se interpuso entre el rayo y yo. Era pulse en su forma Makuramon, que había bloqueado el rayo con su arma china. El impacto de ver a Kanade en su estado actual lo hizo involucionar en hanumon

Se quedó pasmado mientras unas lágrimas rodaban por sus ojos -Kanade, Kaoru- murmuro sonriendo melancólico

La marioneta quedo igual de shoqueada que el digimon de Hibiki; no entendía muy bien de donde había salido; pero tenía la impresión de que en los últimos instantes, los aros a la espalda de la niña que tenía al principio se formaron por un instante y una luz salió de estos… quizás en esas cosas tenia guardados  sus digimon. No lo pensé demasiado e hice que la marioneta reanudara los ataques. Esta empleo uno de los drones disparando el poderoso rayo de nuevo pero de forma más rápida

Me di cuenta de las intenciones de la Kanade mala y ahora yo me interponía entre el rayo y Pulse, bloqueándolo con mi báculo -si no estás aquí para luchar, vete esto no se resolverá con palabras, Pulse-

-¡¡!! … t-tu, no quieres lastimarla, ¿verdad?- preguntó con dolor

-¿a Kanade…? Quien sabe… si se mete en mi camino, lo hare-

-entonces démelos  mí; yo me encargo-

-solo harás que te maten, lo entiendes, ¿cierto?-

-por favor… tengo que hacerlo…-

-no digas que no te lo advertí…- diciendo eso, corrí hacia Mikaboshimon pasando de largo a Kanade

La marioneta dejó pasar a Hibiki enfocándose en el mono dorado, atacándolo con una lluvia de lanzas ¡Hey! ¡Deja de jugar con ese idiota y ven a ayudarme a matar a Hibiki! –ordene furiosa pero se lo paso por el arco del triunfo Joder, no puedo dejar que más gente interfiera… –alce los brazos haciendo gala de uno de mis viejos ataques, envolviendo a todos en un cumulo de brazos en un espacio negro parecido a mi dimensión

Al instante  la marioneta dispararía uno de sus super rayos y yo le mostraría un par de ilusiones  la niña. ¿Qué que ilusiones? Simple, las personas que ella destruyo y prefirieron irse de este “paraíso”

Me detuve a una distancia prudente manteniéndome en guardia a cualquier truco de Mikaboshimon, mientras tanto, Pulse usaba su hueso para defenderse de las lanzas. Me le acerque lentamente a Mikaboshimo, pero cuando me percate de sus brazos fue demasiado tarde como para hacer algo. Esa misma acción hizo que Pulse no pudiera bloquear el rayo, recibiéndolo de lleno

-¡Sé que están allí, Kanade, Kaoru!- dijo mientras se sujetaba el brazo con el que recibió el ataque, se veía claramente lastimado -no quiero pelear contra ustedes… ¡NO IMPORTA CUANTAS VECES ME ATAQUEN! ¡No contra atacare!- grito lleno de decisión con algunas lágrimas aun en sus ojos

Mientras tanto yo me lance contra Mikaboshimon, para atacarla con todo, pero, en el último segundo… se transformó en Magnus, luciendo justo como cuando sirenmon nos reventó los ojos y oídos. Parecía murmurar algo sobre que era nuestra culpa y que él solo quería divertirse un rato, que nada de lo que hizo fue un error. me aleje buscando con la mirada a Mikaboshimon, al verla l ataque pero se repitió lo mismo que lo anterior, solo que esta vez era la chica que le dijo un montón de cosas raras a Etihw la vez que nos invitó a un concurso de cocina. Ella murmuraba que exageramos todo y que no tenía por qué tomar responsabilidad de nada de lo que ocurrió. A la tercera fue peor, pues eran Shinyan y una chica que no conocía, uno se quejaba por no hacer nada y la otra por hacerlo. Ellos dos eran los más grandes sin sentidos de todos pues se transformaban en otras personas…  asique solo pude retroceder y estar atenta a que no me atacasen -es igual a cuando uso a Skull satamon y los demás… tranquila…- pensé tratando de no perder el foco de la situación

¡Hmpf! Si lo te defiendes…. Terminará con tu muerte. Asique no entiendo… ¡Porque no te defiendes! –ladro empuñando su descomunal lanza, acto seguido empleo su ataque más poderoso, “ULTIMATE∞COMET”

-porque son mi hermano y tamer- dijo sin moverse de donde estaba parado

En el último segundo, las palabras dichas por el mono llegaron a lo más profundo de la marioneta, no solo deteniendo su ataque, sino también evocándole recuerdos muy antiguos de ella, su Dorulumon y el mono, desde que era un simple bebe 1

-hola chicos… ¿Me recuerdan? … soy su amigo, Pulse- dijo pausadamente con una sonrisa afligida -por favor regresen… los extraño mucho, en especial Biki-

En ese momento todos los recuerdos explotaron, no solo de cuando era humana, también cuando se volvió digimon y conoció a Hibiki. Al mismo tiempo, la obscuridad en su interior salía como brea de todas partes de su cuerpo, y su core era desquebrajado por la luz de su interior en una terrible agonía… esto se prolongó hasta que un pilar de luz cegadora surgió de ella

Pulse… –consiguió decir en un suspiro antes de desplomarse de cara al suelo

La luz fue tan poderosa que volatilizo mi esfera de obscuridad E-esto es… imposible –masculle tragando en seco y retrocediendo, esa luz habia barrido hasta con mis ilusiones