¡Leones Sueltos![Cacería Blaze y Hibiki]

Dos semanas hace ya desde que las montañas Ōu y Dewa dejaron de ser un lugar seguro para los habitantes de la Capital principal en la prefectura sureña Japonesa. Muchos de los jóvenes que gustan del riesgo de esquiar o practicar Snowboard se han retirado de la zona alegando la presencia de dos extrañas criaturas con aspecto y estructura leonina, algunos han salido gravemente heridos o lesionados.

Te han solicitado que investigues el corazón de la prefectura y, su es posible, que te encargues de aquellas figuras extrañas causantes de tal alboroto. Pero ten cuidado, lo habitantes de Akita son tímidos y silenciosos, no cooperarán demasiado, además que su creencia en el oni o bestia, Raijū, no ayuda demasiado debido al respeto y temor por la misma.

Off:

Pulse y yo habíamos ido a unas mini vacaciones al sur de la capital. Pensábamos que todo sería tranquilo pero varios letreros y noticas de avistamientos de un supuesto Raijū nos quitó la oportunidad de hacer deporte en las montañas -¿tú qué opinas Pulse?- le pregunte curiosa cuando llegamos a las faldas de las montañas turísticas, aparentemente solo estábamos nosotros 2 cerca, por lo que me puse a hablarle como siempre

-podria ser un caso de Digimon Biki-chan, así les decía a las cosas que tenían que ver con ellos esta Kanade-san- explico moviendo sus patitas levemente en mis brazos y mirando la montaña -no sé qué cosa sea la que ponen en el letrero que vimos momentos atrás, pero creo más probable que sea uno o más digimon ¿sabes?-

-hmm… si son digimon las personas podrían estar en problemas… o los mismos digimon podrían estar perdidos… ¡Bien! Los ayudaremos, ¿vale Pulse?- dije animada

-¡sí!- respondió animado saltando de mis brazos pero “plop” se hundió en la nieve de lleno -sakfb bshafi- balbuceo con la boca llena de nieve y con trabajo asomo la cabeza -que timo, esta nieve no sabe rico- se quejó y avanzo haciendo una brecha a su paso -vamos Biki-chan, seguro encontraremos algo si nos adentramos en la montaña-

-¡tienes razón!- respondí usando la brecha que hiba abriendo para no hundirme en la nieve y saque el loader activando el mapa, o encontraba a los digimon que creíamos eran el monstruo de la montaña o a alguien que tuviera un digimon y que nos pudiera echar una mano

Había varios árboles destruidos como marcando un perímetro, deduje que no fue un humano por que la madera no estaba cortada adecuadamente, sino como si hubieran usado unas enormes garras o literalmente un taladra hidráulico  -hmm… Pulse, ¿Los puntos rojos en el mapa este son digimon?- le pregunte mirando atentamente el mapa viendo algunos puntos

-sep, ¿ves alguno Biki-chan?- dice mientras aun abría camino para mi entre la nieve; cuando le iba a responder un montón de nieve me callo encima sepultándome por completo -¿hmm? Biki-chan… ¿A dónde fuiste…?- pregunto regresando por sobre sus pasos encontrando solo un montón de nieve donde yo estaba -Biki-chan, no me gustan estas bromas ¿Dónde estás?- estaba claramente preocupado buscándome hasta que se topó con mi mano que quedo sin enterrar. Como pude saque de entre la nieve la mano con la que sujetaba el loader y de este salió un rayo de luz que se proyectó sobre Pulse, y así de ser un Armadimon paso a ser un Hanumon -¡ahora mismo te saco Biki-chan!- rápidamente y con sus nuevas grandes manos aparto toda la nieve de encima mío

-¡achu!- estornudar fue lo primero que hice apenas me quito la nieve e encima, entre tanto escuchamos varios gritos y al alzar la mirada vimos un como torbellino de nieve -¡Pulse! Hay gente en problemas, vamos- sin tener que responderme me cargo en su espalda y valiéndose de los árboles que no estaban destruidos fue saltando usándolos de apoyo para llegar más rápido a donde estaban las personas gritando y el que hacia el torbellino -¡ustedes huyan!- les grite a las personas cuando llegamos -¡por favor cálmate! ¡podemos solucionar todo sin recurrir a la violencia!- le dije al que hacia el torbellino de nieve para intentar hablar primero

Tú si lograste divisar en el mapa del digivice dos pequeños puntos bermellón, eso solo significaba que dos digimon recorrían las montañas, eso explicaba el porque de aquellos árboles destrozados u marcados a base de garras que ni siquiera un león podría poseer, al menos no uno terrestre. Luego de sacarte de debajo de la nieve, Hanumo te llevó por sobre los árboles hacia la parte superior de la montaña. La personas en la parte superior, ante la advertencia, huyeron despavoridas.

Igualmente te adelantas, el león humanoide te a protegido de la nieve, no pareces tan distraído como la joven pues la nieve no te a enterrado, además has analizado el terreno cosa que te a dejado bien parado pero que a ahuyentando al causante del torbellino. Obviamente, pues ambos han olido a Pulse y a Leomon, el golpe del rey bestia tampoco a ayudado, ahora se sienten mas amenazados que antes.

En cuanto llegan a la zona, los xros detectarán la presencia de dos digimon, uno más lejos que otro. El primero será el atacante, aquél que intentó ahuyentar a los humanos con el torbellino de nieve. Encontrarás que "ella" posee una bufanda rosa a rayas verticales blancas, indicando que es hembra pues si no fuera por esto se haría pasar por macho fácilmente, aún más por sus rasgos leoninos y agresivos. Un dorulumon. Su confianza disminuye rápidamente, lo verás correr lejos de una entrada circular hecha simétricamente hacia una segunda que se encuentra a la derecha, sumergiéndose en la oscuridad de aquél umbral.

-Biki-chan, creo que le hablas al aire- dijo sorprendido señalando donde estaba el torbellino, ahora ya no había nada. Rápidamente le señale el camino que había seguido el creador del torbellino y él lo siguió corriendo deprisa -iremos por la derecha- dijo Pulse entrando rápidamente por ese hoyo pues era el que había seguido el digimon que atacó a los humanos; literalmente habíamos pasado de largo a Blaze y Leomon, pero esperábamos que con decirle que camino tomaríamos les fuera suficiente

Pulse era muy alto en su nueva forma y quedaba bastante cerca del techo de ese túnel improvisado a la fuerza, por lo que corrió apoyándose también en sus puños y yo estando aun en su espalda me sujetaba con fuerza sin dejar de ver el loader. Quería saber por qué ese digimon había atacado personas y ahora huía de nosotros. Me di cuenta que había otro punto además del que seguíamos; esperaba que Blaze siguiera ese o sino quizás quedaríamos atrapados en este tuel que también podría ser una mera trampa

Los han seguido por la cueva, pero es algo que ustedes dos ya saben y están listos para afrontar a cualquier digimon o humano que se atreva a adentrarse en vuestro territorio, solo es cuestión de tiempo. Los túneles se dividen en tres regiones, los que atraviesan las montañas, aquellos que van al centro de la montaña Õu, no siempre habitable debido a la escasez de animales y, por último, los corredores trampa, poco se puede hacer cuando únicamente posees patas pero aun así se pueden construir enredos particulares.

Kanade, piensas encargarte de aque digimon simio que te sigue, conoces los túneles y verás un entrecruzado de cuatro, el que recorres, uno al frente y dos a los lados. El derecho es de paso cerrado por lo que continuarás por el central. Pasando el cruce clavas las garras en el suelo y volteas deteniendo tu escape rápidamente. Quedarás frente a frente con el simio digital, utilizas una de tus varias opciones, perforar el suelo con el taladro de tu cola en movimiento para limitar al Hanumon, después de todo el reducido espacio no le permitirá saltar- Déjenos ¿Qué buscan en nuestro territorio? Intentamos que se fueran amenazando evidentemente no han tenido suficiente. -Esperarás el movimiento del digimon y las órdenes de la humana, quizá lo dejen por la paz... o no....

Por otro lado, Kaoru se pregunta cómo el león humanoide entra con tal facilidad en el pasadizo debido a su tamaño, aún así le quitas importancia ya que parece ser mucho más agresivo que el aroma del otro invasor. Este corredor es recto y cerrado, los llevará hasta una pared sin salida y dos brazos más que van en diagonal hasta una bajada, el izquierdo, y una subida, el derecho o simplemente al seguir se toparan con la pared mencionada. Divisas nieve, muy común en los túneles y cavernas que han desarrollado ambos, aún así saltas el pequeño montón de nieve para poner en contacto el taladro giratorio logrando que el techo se venga abajo. No te detendrás para nada.

El loader sí que era ventajoso, aunque estos túneles perecían recientes el loader pudo generar un mapa pudiendo seguirle sin tener que detenernos a pensar cual tomo. -¡espera por favor!- le grite apenas pudimos verlo pero automáticamente el digimon se giró y ataco con su taladro que tenía en la cola haciendo un gran hoyo, Pulse reacciono a tiempo saltando hacia atrás sin despegarse mucho del suelo para no lastimarme -por favor cálmate, no queremos hacerte daño, solo queremos hablar- dije para intentar calmarle y escuche lo que dijo -¿su territorio…?- repetí incrédula

-¿será que crees que nos queremos adueñar de tu hogar?- preguntó Pulse en guardia pero sin sonar agresivo, sino que solo curioso

-lo siento, aun no nos presentó, yo soy Tachibana Hibiki y este es mi mejor amigo Pulse. ¿cómo te llamas tú? ¿de verdad vives en esta montaña?-

¿Nunca se detendría? Pensaste, el humano siquiera se había detenido para saber cual era vuestro razón de estar allí era igual a todos los otros ¿Verdad Kaoru? Invadiendo el espacio ajeno y la tranquilidad de los demás sin pena ni pudor, no trataría de comprenderte ni tú a él, mucho menos al autómata destructivo que llevaba frente a si, aún te preguntabas como el Leomon no fue afectado por el pequeño derrumbe que causó el taladro giratorio que poseías en el extremo de la cola, sin embargo el humano se vería herido si su camarada evitaba los golpes de roca sólida y filosa en su cabeza. Lo destruirías por atacar tu hogar y a la compañera que estaba siempre a tu lado. Tomarás el camino de la derecha por lo que la subida se tornará rocosa y empinada pero tus zarpas, te llevó hasta un "escalón" superior de la montaña cubierto de nieve, con más espacio para luchar contra el digimon guerrero.

Kanade estrechó los ojos con desconfianza alzando el taladro de la cola cual escorpión del desierto del Sáhara, por supuesto ningún insecto sería capaz de hacer un hueco en el piso. Escuchas a la humana pedirte que esperes ¿Por qué lo harías? Ellos están atacando ¿No? Das un paso hacia atrás, los humanos avariciosos no merecen que confíes en ellos, mejor no darles esa opción, aunque el hecho que Hanumon, en guardia, se detenga a preguntarte si crees que se quieren adueñarse de el hogar que con trabajo construyeron logra llamar tu atención y bajar tu guardia e incluso te relajas al ver como la humana, de manera afable de presenta ante ti ¿Tenían curiosidad sobre ti? Los humanos era curiosos pero al ver algo diferente a sí se asustaban y lo atacaban sin razón alguna- Me llamo Kanade.... Si.. Kaoru, el otro dorulumon, y yo vivimos aquí. ¿Por qué te importa eso? La mayoría de los humanos viene aquí a molestar y atacarnos, siempre discriminan a lo diferente, inclusive a los suyos ¿Porqué debería pensar que eres diferente? -Preguntaste curiosa al ver que habían sido respetuosos.

-¡Kanade…!- dijimos Pulse y yo al mismo tiempo, casi sin aliento por la sorpresa; ahora que nuestros ojos se acostumbraban a la obscuridad de los túneles y viéndola con más claridad, se parecían bastante, al menos ambas tenían el cabello naranja y mirada fuerte. Sacudí la cabeza saliendo de la idea que nuestra Kanade-san había reencarnado en un digimon -tienes razón… ni yo como humana entiendo por qué hay guerras y todo eso… si pudiéramos encontrar una forma de entendernos seguro el mundo sería diferente- comenté cabizbaja -pero me alegra que te detuvieras y nos hablaras-

-podremos decirte que este no es el mejor lugar para vivir tranquilamente, es muy concurrido por los humanos como zona turística… y los lugareños están loquitos- explico Pulse encogiéndose de hombros

-¿Por qué no buscan otro sitio? Si quieres podemos ayudarlos, estoy segura que todos juntos podemos encontrar una solución; al final, todo estará bien- sonreí al terminar de decir esas palabras que no podían tener otra cosa que no fuera verdad y sinceridad, además le extendí la mano para que así nos volviéramos amigas. Aunque Pulse seguí en cuatro patas ya se había relajado estando solo listo para salir de este obscuro y estrecho lugar, por muy tranquilo que estuviera le gustaban más los lugar amplios

son iguales :V!:

¿Ahora había cambiado de parecer? Si, lo sabías, desde un principio encontraste a los humanos con una actitud cambiante sólo para cumplir un objetivo, mintiendo, arrasando, destruyendo, talando y contaminando su propio hogar, pero Kanade junto a ti deseaban proteger el sitio en el que se alojaban, tenían en claro que los humanos lo venían a arruinar con sus máquinas y explosivos, si ellos no iban a defender sus propias tierras no podía replicar ni mucho menos reclamar que se las usurparan ¿Qué clase de ser podía destruir su propia hábitat? Eran tan sanguinarios y destructores, no te dejarías engañar por ninguno de los de su especie. Les escuchaste desde dentro de los túneles, ya te encontrabas fuera antes que ellos levantaste tu taladro y de un golpe certero lograste derribar el umbral de la salida... Era hora de ir a por Kanade, analizas el lugar correcto. Tranquilidad y aun con tu cola en alto generas un torbellino de destapa una de las entradas, corrí hacia ella consiente de que te llevará hasta el principio.

Diste un parpadeo, confundida por la sorpresa de ambos intrusos en cuanto a tu nombre ¿Tenía algo de malo? Aunque en lo personal a mi no me gusta pero solo soy un espectador. Dejas de lado la repetición de tu nombre por parte de esos dos y te centras en la explicación de la castaña clara, seguía sin responder en demasía ¿Podías confiar en ella realmente? Ni siquiera ella tenía idea del porque cosa que no era de mucha ayuda, tus ojos se estrecharon aún mas, desvías la mirada ligeramente hasta que la humana te extiende una mano y miras el hoyo que hiciste de por medio, se caería si se estiraba un poco mas, te acercaste y extendiste tu pata derecha delantera hacia la castaña- Vale.... -Tu ceño se frunció de forma pronunciada.