[Torrelodones; Madrid, España] La distancia para un duelo [Cacería grupal]

Sangloupmon reacciono haciéndose a un lado son su humano, mientras Duskmon golpeo la lanza con su espada para clavarla el en suelo y cobro un poco de distancia hacia atrás, un pensamiento cruzo en la mente de ambos digimon con lo que dijo la fémina “que bueno que Magnus esta sordo, solo complicaría mas las cosas si el respondía que pensaba de las leyes”.

La sensación de que Sangloupmon se movió en forma brusca hacia un lado y no se ponía a correr me hicieron suponer que alguien llego a este lugar, sonreí un poco para mi mismo, esperaba que alguien viniera con esto, por dos simples razones, necesitábamos un guía y que no soy un fanático de responder en papel.

-vaya, ¿ya llegaron?- pregunte –creo que ya podemos hablar, si nos lo permite- comente tranquilo pero, lo suficientemente cortes para no ser hostil o ofensivo, si sangloupmon volvía a esquivar algo seguramente seria entonces que no deseaba escucharnos y que no tendrían de otra que abrirse paso.

Sanglupmon miro de reojo a Magnus y luego a su agresora, sinceramente no confiaba que ella quisiera escucharles, Duskmon por su parte recogió su espada y levanto los brazos en señal que no atacaría, siempre que ella este dispuesta a escucharlos.

Hisako tenía ese como sexto sentido, o sentido fantasma o simplemente tendencia asesina de poder detectar cosas con sus mismos estándares. Quizás sea porque en su vida pasada fue una joven guerrera, yo que sé. El chiste es que me dejo a mi suerte por un momento, así sin más, de un instante a otro ya no estaba a mi lado, literalmente hizo puff y ya. ¿Heh..? ¡Aaaah! Ya, son todos amigos tuyos Hibiki, sí, mucho gusto… soy Eita Fudo –hable pausado, no estaba particularmente nervioso por no estar con Hisako pegada a mi como chicle, sino por no saber a dónde había tirado… y lo que podía hacer si no le mediaba el ph

殺し –dijo en su lengua nativa, como si fuera un cuarteto de violines frenéticos en una especie de teletransportación repentina junto a la lanza roja que estaba atacando al otro hunter 復讐 –murmuro rápidamente aprovechándose de que él muchos ojos desvió la lanza con su espada, ella tomo la misma y la jalo hacia afuera con brusquedad arrojándole  1 esfera negra (que explotaría al tocar al digimon agresor) cuando estuviese por completo fuera, si el digimon conseguía esquivarla la esfera le dispararía un rayo laser. Aun sujetando a su presa expulso un grito fantasmagórico deformando su boca inhumanamente revelando que tenía muchos afilados dientes en ella.

De haber dejado moribundo al digimon se arrastraría con él a su dimensión, de otra forma comenzaría a atacarle con su lanza…

Erm… ¿Escucharon esas explosiones? –les pregunte a los otros chicos Madre de todo lo santo Hisako… –pensé con ganas de meterle un buen coscorrón esperando a hacer lo mismo que los otros 3. Conociendo a Hibiki ella iría corriendo y por consiguiente los demás… de ser el caso los seguiría. Hisako sabía que si derrotaba un digimon y yo no estaba cerca para capturarlo debería adentrarse en sus sombras.

-¡¿…?!- el equipo registro una fuente de peligro a espaldas nuestras y automáticamente fui a ella para saber que ocurría. Pegasmon y Nefertimon se quedaron con Rio y los demás. Al llegar corriendo me derrape para frenarme distinguiendo una extraña figura atacar a una Lady devimon dejándola moribunda y luego esa misma figura extraña se sumergió en unas extrañas sombras -¿qué acaba de…?- alcance murmurar tratando de encontrar el aura de la lady devimon o la otra entidad registrando solo a Magnus y sus digimon -¿están bien?- pregunté preocupada y aun algo desorientada por lo ocurrido

Me quedé esperando a por una respuesta por parte de los habitantes de la atalaya pedregosa, no sabía que encontraríamos allí ya que solo estábamos de paso para cazar algún que otro digimon por petición de Mika, las cacerías no lograban causar mucho efecto sobre mi persona, mucho menos de emoción ya que ver pelear a mi digimon y que salga herido no era nada gratificante, el deseo de protegerle hacían mella en mi, no quería que le hicieran daño y sin embargo el quería luchar, estaba en su naturaleza. Mikael detuvo nuevamente su paso devolviendo mi consciencia a la realidad, sacándome de la nebulosa en la cual me encontraba navegando. La misma flecha de antes cayó, Garmm volvió a alcanzarme dicho proyectil y leí el mensaje riendo divertido ¿Así de brillante era la tinta del bolígrafo que llevaba encima? Sujete la pluma con la que había respondido y la pasé por sobre mi mano notando el brillante color que teñía mi piel, en verdad era algo molestó pero aún así reí para mi mismo.

Escuché las trompetas sonar desde la atalaya ¿Alguien había hecho algo mal? Esperaba que sucediera algo extraño, que apareciera algún digimon, sin embargo no pasó, solo sonó el Xros Loader, indicando una nueva presencia digimon- Vamos.. -Garmmon apoyó sus ruedas en el suelo nuevamente y aceleró dando la vuelta para dirigirse hacia donde el Loader marcaba la nueva aparición de un digimon. Al llegar vimos a una Lady Devimon siendo sujetada por otro digimon desconocido parecido a... ¿Una mujer? Parpadee esperando a ver su siguiente movimiento, allí también se encontraba Hibiki, pero estaba en otro extremo.

Mas pergaminos se nos fueron enviados, otorgándonos el consentimiento de avanzar, sin embargo las trompetas dejaban claro que alguien no había seguido las indicaciones. Llegue a pensar que saldría algún digimon de la torre o alguno de los Knightmon que pululaban por el área se “encargaría”, cosa que no fue así. Entre eso, el repentino cabio de actitud del tal Eita y la explosión siguiente me hicieron pensar:

¿Es más peligroso este sujeto, o este lugar…?

Mientras lo miraba por el rabillo el ojo. El Garummon se había ido junto a su Master, al igual que Hibiki quien dejó atrás a sus digimon alados. Suspire con espesor retirando mi mirar del joven.

Nefertimon, Pegasmon…

Lo medite un poco; podría encarar ahora a Eita, pero ¿Y luego qué? Sea un dark hunter o no, no quita el hecho que ayudó a Hibiki-san en su momento y que ahora se encuentre de nuestro lado…

No hagamos esperar a Hibiki-san, de otra forma le perderemos la pista y a saber qué cosas haga.

Diciendo eso, emprendí camino al origen de los ruidos de batalla, sin terminarme de fiar del hunter restante.

El ataque de la lanza roja fue eficazmente desviado, en cuestión de centésimas de segundo dicha arma emergida del suelo fue interceptada por una especie de mujer harapienta, la cual con un increíble poder pese a denotar poco o ningún esfuerzo, sacó a la agresora del suelo. En ese mismo movimiento, la mujer ataco a la de cabello platino y brazo en forma de lanza con una esfera negra rojiza la cual exploto al entrar en contacto con la piel de su objetivo. Dejando en ella una severa marca que permitía mirar a través de su cuerpo se sumergió en una especie de bruma negra, desapareciendo juntas.

Los Knightmon cercanos se aproximaron. En total 5 Knightmon los rodearon puestos en guardia – Los tratamos con hospitalidad, ¿Y ocurre esto? –tomó la palabra uno de los Knightmon – Ese humano se negó a seguir la petición como debía, solo actuamos con su mismo nepotismo –explico con seriedad.

Mientras tanto, el camino del hunter acompañado por Leomon, pudo seguir su camino con tranquilidad siendo escoltados por el Knightmon restante el cual se presentó como todo el caballero que es. Al arribar a la atalaya, las puertas de la misma se abrieron revelando en el interior un Metal Garurumon echado al suelo como si fuese un perro guardián – Parece que los demás desobedecieron –exclamó enderezándose – ¿Podrías decirme que tantos conocen o rumorean de esta atalaya?.

-¡p-por favor esperen!- automáticamente puse a Rio y a Eita detrás mío y Pegasmon y Nefertimon se pusieron a un lado y atrás, como quiera que sea, Jem estaba en su Garummon y Magnus sobre Sangloupmon y con Duskmon a un lado  -escuchen, Magnus parece que siempre está en su mundo y ahora que está ciego y sordo seguro que le importa mucho menos lo que pase a su alrededor- intente explicar -seguro si hace una xros con Duskmon podrá explicar todo el mismo y pedir disculpas, ¿Cierto?- voltee a ver a Duskmon para que le hiciera saber a Magnus la situación y así hicieran la xros humana -no sabemos quien fue la que ataco a Lady devimon, pero también les pedimos disculpas por ella. Si nos dejan buscarla, le aseguro que la curaremos-

Observamos como la digimon de hebras plateadas desaparecía en una bruma de oscuridad, siendo arrastrada por aquel espíritu en pena muy similar a una fémina japonesa ataviada en un kimono destrozado. Jem y Garmmon se quedaron en completo dilencio, no asimilaban lo que sucedió, simplemente pensaban que demonios podría llegar a pasar ahora que habían eliminado a un guardia dispuesto a matar al de cabellos azules, al cual reconocieron fácilmente. Magnus. El de ojos brea y detalles dorados estaba tan seguro que si Mikael estuviese en una de sus pre - evoluciones o sus evoluciones superiores se habría llevado una mano a la cara de forma deliberada al ver a aquel joven y emprendido la retirada apenas lo hubiese reconocido, no podía culpar a Garmm, así de tsundere era pero sobre todo quería la seguridad de su niño elegido el cual había sido curado hace tan sólo un par de días.

Garmm gruñó molesto, estábamos rodeados por los Knightmon y a pesar de todo Hibiki trataba de ayudarnos a todos, pensar que podíamos acabar muertos no le hacía muy feliz... Y entonces surgió... Saqué el digivice evolucionando a Garmmon en MetalGarurumon el cual alzó vuelo deliberadamente- Biki - chan ¡AncientGarurumon! -Le grité antes de irme sobre Mika a gran velocidad hacia la atalaya, mientras guardaba em digivuce pensé que debía alejarme todo lo posible de los demás para que el daño no fuese a recaer sobre ellos. No tardé demasiado en dejarlos atrás lo suficiente para no verlos; varios kilómetros, y casi pasar la enorme construcción de piedra que se erguía sobre el borde del acantilado. Al frenar me sujete con fuerza y pasé hacia el hombro de MetalGarurumon con cuidado de no caerme al vacío, saqué nuevamente el digivice de entre la capa- Ahora MetalGarurumon, evoluciona. -El lobo metálico y volátil cambió de formos, tan diferente a la anterior, Humanoide podría decirse. Su tamaño se expandió hasta parecer inconsebible que dicho digimon estuviese allí, la enorme mole llamada AncientGarurumon cayó de forma súbita hacia abajo logrando que el acantilado seda a su peso de tal forma que no dio tiempo siquiera a que se resquebraje, solo lo destrozó por completo. Aun en su hombro me aferré a las monumentales partes de armadura, intentando ver el desastre creado.

Duskmon apenas se alejó noto que alguien más salió de las sombras un digimon femenino que el no conocía en lo absoluto, se extrañó pero su estado cambia a sorpresa cuando esta arrojo a Lady Devimon y la ataco con un técnica extraña. Normalmente apreciaría el poder de la hembra digital pero, solo empeoro la situación, suspiro decaído.

Sangloupmon miro con una gota detrás de la cabeza los acontecimientos recientes y miro a Duskmon-esto es…-

Duskmon puso su protector izquierdo ante Sangloupmon deteniendo las palabras del lobo-no, realmente si fue culpa nuestra- suspiro, la idea de mentir y dar una respuesta apropiada paso pos su mente pero, respondió en forma mecánica por lo que dijo Magnus –[color:e689=750101]oficialmente Magnus necesita mejorar sus habilidades sociables y yo debo dejar de hacerle caso-

Duskmon vio aterrizar a Hibiki, la humana que padecía del mismo destino que su tamer, los Knightmon llegaron furiosos y no los podía culpar, la diplomacia murió cuando aquella digimon ataco a la LadyDevimon. O al menos las más cordiales, Hibiki trato de abogar por ellos, de los cual estaba agradecido, aunque la verdad quizá hubieses tenido una ligera posibilidad de explicarse con Lady Devimon de no hacer sido ella atacada. Duskmon noto que más humanos y sus digimon llegaron a la zona del siniestro y ciertamente la idea de golpear a Magnus no dejaba de ser tentadora pero la petición de Hibiki era razonable ahora el problema es que el tenia el mismo sentido de conservación que el cuándo era un Drakmon “si existe un dios, haga el favor de darle un cerebro a este idiota humano en mi ausencia” pensó para si, posando su mano en el la boca de su armadura dejando que un lebre aura negra pasase alrededor del humano explicándole todos lo acontecido y la petición de Hibiki.

Magnus respiro hondo, saco su loader y bajo de Sangloupmon –digi xross Magnus….Hapócrates-, el cuerpo de ambos despidieron un destello oscuro que se unieron para generar el xross

Me sentía mas fuerte y enérgico que antes, escuchaba el sonido de las plantas mecerse…¡escuchaba! Abri mis ojos por un segundo estaba borroso, poco después note a 5 knightmon furiosos y a los demás presentes. Me quite el casco para hablar frente a frente -Bien… - respire hondo dispuesto a disculparme cuando un estruendo llamo su atención y quedo de piedra con lo que vio-em….- bien oficialmente no era precisamente esto lo que quería ver

-si duskmon estuviera consiente seguro te estrangularía ahora- comento Sangloupmon mirando la situación. Respire hondo y solo asentí.

Ostia, pensé que sería tan soquete como Hibiki –pensé por cómo se desempeñó la chaparrita azul, iba a seguirla para estar con el resto pero ya que se había percatado mínimamente de mi naturaleza, dejé que Hisako me hundiera en su obscuridad ¿Y ahora que…? –medite guardando a la mujer murciélago en el loader y mirando desde las sombras lo que ocurría Asique ese es el Aoi-kun… jolin, sí que sabe meterse en problemas –murmure para luego suspirar, lo que ocurrió después me dejo boquiabierto ¡¿Y el malo soy yo?!

Te dije que mis métodos son legales –respondió Hisako afilando la mirada.

Bla, bla, bla… –respondí fastidiada Pfff… nos quedaremos aquí un momento a ver que carajos pasa.

Hi.bi.ki-san… tienes razón, el quartz no es un sitio peligroso, lo peligroso son quienes vienen a él.

Dije sarcástica al momento que fuimos rodeados, solo escuchar un ruido metálico. Pensé sería uno de los Knigthmon acercándose, vaya error mío, resulto que como alguna vez me dijeron los digimon de Hibiki, todos la abandonan. El joven de cabello azul realizo su xros humana; de nuevo me equivoque al pensar que haría algo aparte de quedarse mirando todo y nada mientras caía un Ancient en el desfiladero creando un soberbio temblor. Saque a Marin que estaba en su etapa champion realizado la xros humana con ella.

¡Perfect Freeze!

Automáticamente invoque un Tsunami de la parte lateral del desfiladero para arrastrar con él a los Knightmon congelando la superficie. De esta forma crearía una plataforma de hielo por la cual se deslizarían los caballeros para evitar ser parte de los estragos del derrumbe de la atalaya y el sitio donde se hallaba construida. Apenas estuvieran cerca de la mitad del primer Tsunami, invocaría otro a continuación para alejarlos aún más mientras yo volaba. Seguramente Hibiki-san se las apañaría para salvar al resto de digimon que ocuparían la atalaya. Sinceramente ignoraba si se tomaría la carga de salvar al otro hunter xroseado, ya que aparentemente Eita había desaparecido; en cuanto al causante del primer problema... no lo se, quedarse pasmado... quizás y terminaba siendo arrastrado igual que los Knightmon

https://www.youtube.com/watch?v=cmtZJAE-xd4

De un momento a otro la situación se había vuelto un caos, xros humanas por aquí, Digimon de tamaños imperiosos  cayendo por haya… todo por no identificarse en un principio y dejar a un Digimon acabar con otro…

– ¡¿Pero qué?! –grito un Sagitarimon desde una parte de la atalaya, él y su hermano parecían ser lo encargados de informar la situación en exterior siendo ahora llevados a lo que quizá era su muerte segura. Como pudieron hicieron sonar las trompetas de desalojo masivo esperando no fuera demasiado tarde para sus camaradas al interior.

– ¡¡¿Pero que han hecho?!! –un capitán pirata, mejor conocido como Captain Hookmon salió acompañado de varios digimon de diferentes niveles tripulando una especie de navío volador – ¡Aquí se encuentra sellado Leviamon!

– Esto es malo-nyan- –dijo una Bastemon asomándose por babor – ¿Cómo se supone lidiemos con Leviamon y estos hunter, Captain?

– Ni siquiera evacuamos a todos ¡Maldición! –golpeo el borde de su timón – ¡Liberen todos los cañones y troneras cucarachas malolientes! ¡Este es el perfecto día para morir como los héroes que no somos!- Antes de que la orden fuera terminada de ser dicha, los pocos en el barco pusieron manos a la obra, desplegando igualmente velas mientras el pirata a cargo dirigía el navío al gigante blanco – ¡Imbécil! ¡Más vale que tú y tus ridículos colegas reparen el daño o de menos sacrifiquen sus sucias almas para volver a sellar a Leviamon! –exigió el pirata apuntando todos su cañones, no al culpable del derrumbe, sino al mar sitio donde un burbujeo masivo comenzó.

Un rugido se hizo presente creando un nuevo terremoto acompañado de un maremoto, de esas agitadas aguas surgió un hocico alargado rojizo repleto de hileras de dientes. Este ser que incluso era más grande que el lobo de descomunal tamaño al volver a sumergirse creo maremotos y Tsunamis más poderosos que los de la xros gélida. La creatura se mantuvo en el mar dejando solo por fuera sus ojos; parecía estar analizando la situación o sencillamente, ubicándose en tiempo y espacio…

– Esa cosa… ¡No servirá de nada tratar de dialogar! ¡Solo llénenlo de ataques hasta que ya no pueda más gaznápiros asquerosos e inútiles! –con un fuerte giro al timón ajusto ruta con el digimon – ¡Leviamon! ¡Hoy no es tu día de liberación! –bramo disparando su armería en su totalidad, sin embargo solo agito las ya agitadas aguas, dejando a un inmutado digimon observándolo fijamente, parecía que ahora esperaba a tenerlo lo suficientemente cerca para destruirlo con sus fauces.

-¿heh? esp-- - cuando me di cuenta, Jem y su digimon se habían ido y Magnus estaba de nuevo perdido en sí mismo pese a hacer su xros humana -esto no…- intente responderle a Rio pero cuando el digimon gigante de Jem callo todo se puso peor, ¿eso era un ancient no sé qué? -¡…!- no sé como pero entone rapidamente y me xrosee con Julse, de un brinco cargue a Magnus y a su lobo poniéndolos en Nefertimon y Pegasmon quienes volaron para alejarse

-¡TODOS!- Kanade había estado viendo toda la situación desde el loader y planeando contramedidas a todo; y así salían cientos de Parasimon desde el loader mientras yo daba saltos de gran fuerza para acercarme a la atalaya, iban cayendo dos sagitarios negros que conseguí atrapar y meter al loader, ahora los Parasimon se adentraban a la atalaya en búsqueda de supervivientes para apoderarse de ellos y evacuarlos -¡evolucion!- ordeno aun en el loader sacando a Artemis y Pulse

-¡sí!- los hice evolucionar a Gokuwmon y Crescenmon sacando también a la otra y a Balder; Pulse iba destruyendo trozos de piedra mientras que Balder, Artermis y Crecemon hacían plataformas de cristal y hielo, donde los Parasimon llevaban a los que conseguían parasitar y evacuar -¡AAAAHHH!- en lugar de destruir los trozos grandes de torre, los atrapa para que los Parasimon se pudieran internar también sin preocuparse mucho por caer

-¡segunda oleada!- ordeno Balder y del loader salieron Aegisdramon y los Marin Angemon, Murmukusmon, Skull Satamon, Metal Fantomon y Hisyaryumon quienes rápidamente iban a donde se encontraban los digimon rescatados para tomarlos y llevarlos más alto en el cielo -¡Tch! Y también un Demon lord… ¿Qué mala broma es esta?-

-¿esperabas un tesoro de gemas?- preguntó Artemis sin dejar su labor, a lo que solo recibió una mala mirada de Balder y una risa de Lady desde el loader

-¡es su turno!- cuando creí los digimon en la torre estaban a salvo, saque del loader a Rust y los dos tipos de Chaosdramon para que cayeran al mar y sirvieran de muro para que el cocodrilote no avanzara y envie a los pteramon y Tylonmon con Rio y los knightmon