[Caceria de Hibiki] Ai yori fukai matawa umi o nikumimasu

-Lady, Marin, son dos perfect… ¿Qué podrán hacer contra 2 megas, un perct y 2 chou?- preguntó de brazos cruzados Murmukusmon -si intentan solo moverse, skull los atacara por cualquiera de sus puntos ciegos, yo los quemare, Metal los volverá sashimi, y cualquiera de esos 2 les hará algo peor-

-que no podamos matar por que a la niña no le guste… no significa que no podamos dejarlos indefensos-

……

-¿¡DONDE ESTA KANADE!?- rugí dando un golpe al agua con la palma de la mano haciendo una pantalla con la propia agua para detener los disparos -¡no vine a luchar! ¡solo quiero que me devuelvan a mi amiga!- exigí, aun con la xros con Pulse, me costaba mucho trabajo moverme, no entendía como ellas pudieron llegar en un segundo hasta mi si estaban tan lejos y más o menos tenia forma humana -¡¿A dónde la llevaron?!-

– Grrr… han cambiado mucho… –murmuro abandonando su postura de combate – ¿Ese poder que nuestro señor Demon anhelaba tanto obtener, que solo tenían los niños elegidos es lo que les convence a permanecer con esa humana?.


– ¡Hmpf! Eres tan mal educada como ese tortugo –respondió sin temor alguno de tus rugidos coléricos, sin embargo, las tres restantes sirenas se refugiaron detrás de la mayor. La más grande, la única que se comunicaba contigo se giró levemente indicando un coral gigantesco, que más parecía una planta masiva – Claro, si sigues aquel camino llegaras a ella –devolvió su atención a ti – Pero veras, ella ya no quiere verte. ¿Por qué no te vas ya a casa? –declaro con superioridad al tiempo que te señalaba con dedo acusador.

– La mujer que buscas ya es parte de nuestro clan, “La hermandad de las Sirenas” –explicó una de las sirenas pirata asomándose por una lateral de la sirena mayor – ¿Cómo pudiste que tu amiga callera al mar estando tan severamente envenenada? –cuestionó con dolo.

Al mismo tiempo, en los interiores de aquella torre submarina creada por la planta, tu compañera xros se encuentra rodeada por más sirenas como las pirata además de otras con aspecto más marino, ataviadas con algún tipo de ropajes blancos, además en contra posición a las sirenas, estos digimon blancos contaban con piernas pero carecían de brazos. A su vez, también había algunos cuantos más pequeños Digimon de color rosado y apariencia intrínseca, ostentando pequeños corazones rojos grabados en sus pechos y un collar dorado en sus cuellos. Todos ellos miran atentamente a la inconsciente pelirroja – Pururur… –a coro el grupo de pequeños seres rosados escupieron un torrente de corazones los cuales cubrieron a la en aspecto humana, fundiéndose en un solo corazón con ella dentro, esto supondría el método para erradicar el veneno en su interior. – Si recibió el veneno de una Lady Devimon, ¿Deberíamos de preocuparnos? De ser invadidas, quiero decir –con clara preocupación en su voz realizo esa pregunta una de las creaturas blancas siendo secundadas por murmullos de todas las presentes…

En cuanto a tu compañera, lentamente recobraría la conciencia, sin embargo aún no podría moverse libremente, no solo por estar encapsulada en aquel corazón de proporciones considerables, sino por el un activo efecto del veneno en su interior.

-¡BWAHAHAHA! Si supieras, Biki-chan no es en lo más mínimo una niña elegida- respondió Krent riendo a carcajada suelta, bastante extraño en él

-como dijo la lata andante, ella no una elegida, ni una hunter ni una general… solo es una estúpida que cree que todos tienen algo bueno-

-seguramente, si se quedan en lugar de huir, cuando ella regrese con Kanade y Enhru, se ponga a hablar pacíficamente con ustedes-

………………

-¡…! ¿qué quieres decir con eso?- sentí una punzada en el corazón y retrocedí un poco -K-Kanade es mi mejor amiga… ¿por qué ya no querría serlo…?-

……………………….

-ughh… siento como si me hubiera muerto…- pensó Kanade con trabajo, abriendo lentamente sus ojos -¿dónde… estoy…?- murmuró con trabajo tratando de ver a su alrededor y ubicarse -¿dónde… están… Biki y… los demás…?-

– ¿Sí no es una elegida, como puede hacer una xros humana sin forzarla? disputó ardida – ¡Los Digivice, sin importar el tipo solo responden a sus elegidos y nunca a ningún otro!.


– ¿Realmente no tienes idea? –ahora pasó a señalarte con su tridente amenazadoramente – ¿Por qué no le preguntas a tu corazón…? Pregúntale, como y cuanto dolor le has causado –alzo su tridente con fuerza como si no hubiera agua a su alrededor que restringiera su movimiento – Te pondré en un estado de meditación… ¡En lo profundo del océano! –al bajar de nuevo su triente, una poderosa corriente se creó, con la cual seis arrastrada a las profundas y obscuras aguas del fondo. Esa corriente no solo iba en tu contra sino que parecía un tifón oscilante.

En el interior de las cavernas submarinas, al ver como tu compañera lentamente recobra la conciencia, el espeso ambiente temeroso por los posibles atacantes sede de forma increíblemente rápida, sustituyéndose por algarabía. De entre todas las preguntas que arrojan a la aparente humana convaleciente, ella quizá alcance a filtrar algunas como “¿Cómo te llamas?” “¿Por qué te atacaron?” “¿Esa tortuga es tu enemigo?”. En este punto ya podrá moverse con algo más de libertad que antes, pero permanecerá en el interior del corazón.

-No tenemos ni idea de cómo demonios hace eso…- respondieron a coro, todos con caras entre amargas y nulas y como si tuvieran una sombra que dramática que los cubriera -pero lo hace, y lo hace por el bien común no solo el propio-

-¡ahem! ¿seguirás haciéndonos preguntas para matar el tiempo? de ser el caso preferiría que platicáramos de cualquier otra cosa- dijo Artemis tratando de mantener la compostura

………….

-¡…!- su pregunta me desubico, pero  al sentir que me atacaría en reflejo prácticamente automatico mi cuerpo reacciono en un movimiento en línea recta hacia ella, aunque el agua me dificultaba el movimiento utilice mis “alas” como aletas y los propulsores del brazo para atacar con un puñetazo a la sirenota, eludiendo el torbellino de agua justo por el centro -soy bastante idiota, y no sé qué hice para lastimar a Kanade, asi que hasta que ella misma no me diga sus razones para enojarse y ya no querer ser mi amiga… ¡no me pienso ir a ninguna parte! En especial porque ella esta lastimada- apreté mis puños con fuerza -no me gusta pelear… ni herir a otros… pero si dejándote inconsciente es la única forma para conseguir ir con Kanade, tendré que hacerlo-

…………..

-ughhh… p-por favor, uno a la vez- se enderezo levemente y froto su rostro con la mano -justo cuando pensaba que Hibiki era ruidosa…- se despertó por completo al pensar eso -¡n-no tengo tiempo para esto! ¿dónde está el archelmon que estaba conmigo? ¡¿y por que estoy metida en este corazón?!- se dio cuenta que también estaba rodeada de varios tipos de digimon tipo sirena y marin Angemon -heeeh… exactamente… ¿Qué esta pasando…?-

– ¡Tch…! ¿Qué te hace creer que esperaremos aquí pacientemente? Seguramente-- –una explosión marina acompañada del levantamiento espontaneo del agua la interrumpió – ¿Esa cría… pelea sola contra… todo el clan de sirenas…? –cuestiono incrédula, relacionando la explosión con la humana – Bien, no debería sorprenderme, ¿Verdad? Esa maldita peleo contra ustedes 3… igualmente sola.

–  (Pudo golpearme… ¡Incluso bajo el agua y mi ataque!) –la sorpresa en su rostro era clara, inclusive a través del visor con forma de casco en su cabeza – Hmmm… eres más insólita de lo que pareces… –sonrió con sinceridad – ¡Pero no dejaremos que una mala amiga como tú se acerque a una de las nuestras! –en una coordinación inigualable, las 4 sirenas avanzaron hacia ti como un tropel para atacarte desde diferentes puntos con sus caudas y armas doradas.

– ¡Nosotras tampoco sabemos que pasa! –respondieron al tiempo las Sirenmon a tu compañera.

– La explosión de hace un momento no me buena espina tampoco… –menciono con desasosiego una de las Mermaimon – Confió plenamente en Canary, pero…

– ¿Qué deberíamos hacer? –preguntaron a coro, para ellas siempre fue normal tener días de paz y tranquilidad habitando aquella isla con múltiples pasajes y cavernas sub marinas, siendo solo ellas en kilómetros a la redonda…

-… ignite module… ¡BAKKEN!- apreté la gema en mi pecho, y fue cubierta por la misma obscuridad del berserker dejando tras de sí la armadura cambiada al color negro -veré a Kanade sin importar nada más… ¡y juntas regresaremos con los demás!- aun con esta armadura me costaba mucho poder mover en el agua, tener 4 digimon atacándome a la vez tampoco ayudaba -si esto sigue así…- pensé mientras, como podía nadaba haciendo esquives y defensas tanto con la pañoleta como la Nyoikinkobou. Quizás porque eran sirenas y estaban en su entorno era lo que les daba ventaja y no tanto ser más… -¿cómo ellas pueden moverse tan libremente y atacar mis aperturas por mínimas que sean? ¿¡cómo se pueden adelantar a mis movimientos de esa forma tan abrumadora?!- sin que me diera cuenta una de sus colas me golpeo de lleno en la cara y cuando me continuaron atacando, aproveche que su moral subió para meter una patada a la sirena mayor

……………………

-¡seguramente Biki este peleando! ¿le dijeron que me traerían aquí?- Kanade aún no tenía muy en claro la situación y seguía aturdida por todo lo que ocurrió tan rápido, entendía que fue de alguna forma secuestrada o algo por el estilo -¡lo que hay que hacer es obvio! salir y dar la cara, explicar todo lo que ocurrió para no tener peleas tontas- dijo decidida poniéndose de pie de un salto -¡saquenme de aquí y aunque sea yo sola le explicare a sus amigas y a Biki todo!- ordeno -seguramente las sirenas mal interpretaron al baboso de Enhru- pensó frustrada

……………..

-me gustaría poder ir, y ayudarla… pero ninguno sirve bajo el agua; en especial Metal-

-¡ahem! confiemos en ella así como ella confió en nosotros y en ellos dos-

-¡wahhhhhh! Hablando de eso, ¿para que todo esto de la venganza y no sé qué, Lady?- preguntó tras bostezar con pereza Skull -dudo que a Demon le importe mucho si cambiamos o no de bando, ¿sabes?-

– ¡…! –sientes como tu patada logra impactar, el sonido que hace deja quietas a las 3 Mermaimon que instintivamente dirigen su mirada a la que parece ser la líder – No puedes… –las burbujas ocasionadas por el movimiento de las sirenas y el tuyo se disipan, revelando un bloqueo de parte de Ancient Mermaimon, con su tridente bloqueo perfectamente tu arremetida – Realmente leer la atmosfera aquí, ¿no? –cuestionó sonriente, al ver a su líder en perfecto estado, las tres restantes reanudaron el ataque raudo sin compasiones – Ríndete y ve a casa, no tienes oportunidad contra nosotras, que podemos leer la atmosfera.


– ¿Aclarar todo?.

– Si están en una pelea ya, no te deberías de preocupar por Canary y las demás, ellas son muy fuertes y harán pagar al Archelomon y sus secuases.

– Ya eres una de nosotras, así que relájate y déjanos todo a nosotras.

– ¡puur puuur PUUUUr! –una vez dichas esas palabras, los Marin Angemon deshicieron su técnica, que mantenía cautiva a tu compañera.


– … Es un hecho que al Señor Demon no le importamos siempre y cuando su objetivo sea cumplido. Tampoco nos dio la orden de atacarles… pero no podemos perdonar a unos traidores como ustedes. Ir por allí alegremente con una humana a la que se les ordenó matar pero que en su lugar convirtieron en una amiga.

-¿leer la atmosfera…?- me esforcé por entender eso sin dejar de estar concentrada en bloquear o esquivar los ataques de las 4 sirenas -pero aquí solo hay agua… ¡…!- sonreí confiada -ya lo entiendo, no es que lean la atmosfera, es que con sus cuerpos sienten como se mueve el agua, las vibraciones de cuando me muevo- le di un giro al Nyoikinkobou mientras me hacía para atrás tanto como podía para poder guardarlo y tras apretar los puños grite -starlight… ¡breacker!- invocando un sin número de cadenas energéticas para atraparlas a todas aprovechándome que estaban juntas. Si tenía razón en mí teoría de sus cuerpos, tantas cadenas moviéndose en diferentes puntos y velocidades hacia ellas las confundirían, con eso debería poder inmovilizarlas el suficiente tiempo como para pasarlas de largo y dirigirme al sitio por el que vinieron, si es verdad lo que dijeron, Kanade debe de estar en ese laberinto raro; de conseguirlo, usaria el loader para encontrar el sitio donde se encontraba

…………………………

-¡tch! Si Biki y Canary se enfrentan será peor de lo que creen- gritó enojada -no podemos dejar que se peleen por un simple malentendido- cuando los pequeños rositas la liberaron perdió un poco el equilibrio pero consiguió no caerse -¡bien! Ahora por favor, ayúdenme a detenerlas-

……………………….

-….- los 5 se quedaron en silencio viendo a la digimon con cadenas y luego al calamar y de regreso a la mujer -querida… será acaso que… ¿estas celosa de tus antiguos compañeros? ¿de que ellos pudieran generar un lazo con Biki-sama pero ustedes no?- -desde mi punto de vista, el Marin Devimon solo sigue a Lady Devimon por solidaridad-

-ahora que lo mencionan, tiene su sentido…-

– ¡¿Pero cómo--?! –las cuatro sirenas quedaron boquiabiertas por tu brillante deducción, su reacción se vio reducida lo suficiente como para permitirte alejarte lo suficiente y amarrarlas con cadenas – Esp-- ¡No vayas! ¡Aun no terminamos nuestra pelea! –las cuatro forcejeaban para deshacerse de las cadenas, pero al lograrlo fue demasiado tarde pues ya habías ingresado a la fosa marina. En un abrir y cerrar de ojos, con ayuda del mapa conseguiste llegar a la cueva que usaban las sirenas como resguardo, con ello también llegaste hasta donde se encontraba Kanade. – ¡Dije que esperaras! –no pasó mucho tiempo, antes de que el cuarteto también arribara al sitio – ¡Abandona ya este sitio! No eres bienvenida en él-con esas declaración como orden, todas las sirenas se agruparon a tu alrededor de forma amenazante impidiéndote continuar avanzando.


– ¿¡Ah?! –la mujer demoniaca encarno una esa en incredulidad, si, incluso con la máscara de cuero en su rostro se podría deducir que una de sus “Cejas” se encontraba arqueada, inclusive a simple vista – Espera, ¿Les escuche bien? ¿Acaso insinúan que quiero pasar tiempo con ustedes y este calamar solo me sigue por lastima? ¡Hmpf! Pero qué juicio tan mas patético; los tiempos han cambiado pero ni en mis peores sueños seguiría a una humana llamándola “Sama”. Verdaderamente ustedes han perdido su dignidad como Digimon al seguir a esa cria pacifista.

-¡Kanade!- grite al entrar en un salto a la cueva que indicaba el loader con más puntitos de digimon -¡gracias a la diosa por fin puedo verte de nuevo!- le dedique mi mejor sonrisa sin importarme el estar rodeada de tantas sirenas -que bueno… que ya estas… bien…- alcance a murmurar antes de desplomarme y la xros con Pulse se deshiciera

-¡Hibiki, Pulse!- apenas y pudo correr hacia nosotros y cacharnos -¿estás bien, Hibiki? ¿qué pasó?- por el peso de ambos termino de rodillas en el suelo -están llenos de heridas…-

-siento como si me hubieran dado la golpiza de mi vida…- murmuro recostándose en el suelo

-hay algo que quiero preguntarte… Kanade…-

-¡¿pero por qué se exigieron tanto?! Solo mírense… Canary es una Ancient, ¿cómo se les ocurrio pelear contra ella?-

-ella no nos dejaba pasar… así que… lo siento- como pude me enderece, aun que también estaba arrodillada en el suelo -la sirenota dijo que ya nunca querias volver a verme… pero, tu eres una amiga muy importante para mi… y no podía simplemente irme y dejarte herida-

-espera Hibiki, yo nunca dije algo como eso; hasta hace poco estaba inconsciente- explico para luego mirar a la sirenota -¿Por qué le dijiste algo como eso?- aunque sonó relativamente normal y tranquila, su mirada, no… toda su cara y energía era sombría y daba miedo

-entonces no me odias Kanade- pese a que estaba toda llena de moretones y raspones me llene de energía de nuevo cuando ella me miro y negó con la cabeza -¡yeeey!-

……………………

-¡HAAAH! ¿Qué quieres decir con eso, lagartona?- Artemis reacciono inmediatamente -Krent, si Hibiki-sama no lo sabe, no le importara ¿cierto?- de no ser por su casco seguro todos hubieran podido ver su cara de loca psicópata mientras caminaba hacia la mujer murciélago  -tranquilízate Artemis- -¿qué perdimos nuestra dignidad dices?- golpeo con fuerza el suelo con su báculo -eres la última de la que quiero escuchar eso…-

– S-sobre eso… pensamos que ustedes eran rivales en el amor y el archelomon solo maltrata a esta señorita y por eso ella aun cuando intentó suicidarse la continuo oprimiendo –con nerviosismo explico la Ancient Mermaimon – Como todas las aquí presentes han sufrido mal de amores, pensamos que era lo mismo para Kanade, al ver que ese sucio Archelomon la maltrataba, automáticamente nos pusimos a la defensiva por nuestra igual.

– Discúlpanos por atacarte sin más, ¿Nos dejarías atenderte? dijeron las Mermaimon con un kit de primeros auxilios en sus manos – Debimos preguntar primero… en verdad les pedimos disculpas.

– ¡Pero ahora todo me queda perfectamente claro! Su Amistad es algo más profundo e incomparable. Por eso arriesgaste tu vida para venir y poder encontrarte con ella. Lo sé perfectamente porque soy una Sirena que lee la atmosfera –declaro triunfante soltando una risa exuberante además de pomposa – ¡De verdad lo siento! Pero ya me queda claro que eres, de hecho, ¡La verdadera amante de Kanade! –de nueva cuenta soltó aquella riza exagerada – No tienen por qué sentir pena o temor, como fémina que soy, entiendo perfectamente lo difícil que es el camino el amor. ¡Aun asi no debiste intentar suicidarte!.

– ¡Es verdad! – – ¡No sucumbas a la presión!.

– En cualquier caso, fui realmente muy mala con ustedes –repentinamente se arrojó al suelo – ¡¡Estoy preparada!! ¡Quémame, fríeme, conviérteme en sushi! ¡Haz lo que quieras conmigo! –gritó a los cuatro vientos en una completa sumisión a ti y Pulse – ¡Cargare con cualquier castigo que me des, pero no arrastres a las demás en esto!.


– ¿Qué ocurre? ¿Será que mi comentario te dolió y terminaste entristecida? –indagó sarcástica, dedicándole una mirada de superioridad a la pieza de ajedrez, repentinamente le propinó no una bofetada en el rostro – ¡Eso fue por llamarme lagartona, peona!.

-dios mío…- soltó un profundo suspiro apoyando su frente en algunos de sus dedos -no puedo enojarme con ellas, de alguna forma son como Hibiki- pensó

-¿hmmm? no se preocupen, Pulse y yo estaremos bien- les dije sonriendo a las sirenas de negro ¿heh? ¿de que habla, Kanade?-

-tu solo ignórala Biki-chan… esa sirena esta un poquita loca…- tras decir eso me cubrió los oídos con sus manos -oiga, debería dejar de ver tanto teledrama o leer novelas de adolecentes- luego de un rato, poco antes de que la sirenota se tirara al suelo me descubrió los oídos

-hmmm… ¿por qué debería de castigarte? hasta donde entiendo solo querían protegerla, así que no tiene sentido que me enoje con ustedes, además, Enruh es especialista en hacer enojar a otros- me reí un poco antes de seguir -mejor seamos todas amigas-

-hay algo que no entiendo… eso de la hermandad de las sirenas y dolor de amores, ¿a qué se refieren?-


-¡…! ¿pero cómo te atreves?- así como la mujer murciélago la cacheteo sin avisar, Artemis hizo lo mismo -¡hmpf! 1000 años demasiado pronto como para que quieras golpearme- -Artemis, para- dijo Krent al borde del llanto

-¿en qué momento esto se tornó una “pelea” de mujeres?- los otros 2 prefieren no responder y solo esperar a que las 2 se cansaran -pfff… tendré en mente decirle a la niña que no deje a Artemis si hay otra hembra presente…- pensó[/color]

– ¿¡Cómo te atreves tú!? –de esa forma se desencadeno una lucha de bofetadas y parafrasias entre ambas, al igual que tus camaradas, el calamar conocido como Marin Devimon observaba en silencio con cierto pesar en su mirada. Aparentemente, la conjetura previa parecía verdad…


– … –tanto Canary como las demás quedaron en silencio por unos momentos, la mayor estuvo a punto de preguntar si era verdadera tu proposición, pero al ver tu cara se limita a asentir al igual que el resto de sus compañeras – Sobre ello, todas las aquí presentes hemos tenido mala suerte en el amor. Existe una pócima que nos permite tomar forma humana y viajar al mundo humano, el efecto se vuelve permanente si la relación florece… de otra forma no podemos regresar nunca más a nuestro pueblo. Decidimos reunirnos aquí todas, y con el tiempo los Marin Angemon se nos unieron… –explicó con pesar…

-¡yey! Soy amiga de un montón de sirenas- me puse a brincar de la alegría, pero cuando se puso a explicar Pulse me detuvo -¡pero no pueden rendirse y quedarse bajo el mar para siempre! Aunque sean sirenas…- me plante con fuerza -nunca me he enamorado, pero realmente no creo que la solución sea quedarse aquí para siempre aquí… ¿Por qué no vienen con nosotros? las ayudaremos-

-ya soy parte de su hermandad, ¿no? entonces son parte de la nuestra tambien-

-a eso agréguenle el loco cambio del nivel del agua y que hay temblores random; no es muy seguro este sitio… aunque es bastante bonito-


-estas dos dan más miedo que la niña fuera de si- dijo rascándose la cabeza mirando como las dos seguían diciendo de cosas y cacheteándose -espero que no se tarden demasiado en regresar-