[Torrelodones; Madrid, España] La distancia para un duelo [Cacería grupal]

En un viejo sector del Digi quartz, aquell que aparenta pertencer al medievo se erige una atalaya de roca maciza en la punta de un risco con desembocadura al mar. Se dice que en hay una guarda especial compuesta de un regimiento de Knightmon, apostados en su perímetro acompañados de un par de Sagitarion que resguardan la sima de la atalaya. Dentro de la misma hay otro buen tanto de digimon guardianes.

Han escuchado muchos rumores acerca de ese sitio, tales como que hay un muy importante e incomparable tesoro en su interior, o que solo la perdición aguarda a los que se atrevan a poner un pie en el perímetro resguardado por aquellos caballeros de pesadas armaduras. De esta forma es que capta su atención tan misterioso lugar…

De atreverse a ir, se darán cuenta que la torre parece relativamente pequeña para un sitio como es el digiquartz; siempre y cuando o vayan de cabeza a la propia atalaya. De ser el caso podrán apreciar una soberbia construcción de al menos 2 o 3 kilómetros de alto aproximadamente. No importa que camino elijan, deberán estar alerta a cualquier cosa... los guardianes del supuesto tesoro/maldición no son precisamente afables con los ajenos a su orden.

Spoiler:

Pero que si vivir… –estaba tumbada en el techo de un edificio del quartz completamente aburrido Ni siquiera tengo ganas de ir y cazar algo… –me quejé amargamente con la nada rascándome la nuca y enderezándome

Masamune –asomó su cabeza por el suelo picándome el costado con un lanza

¿Qué…? –respondí lánguido girándome como si mi cuerpo pesara una tonelada

Reuniendo información, unos digimon mencionaron un tesoro en un atalaya –menciono emocionada, no como siempre que se emociona cuando quiere torturar digimon, sino que genuinamente emocionada… como un niño pequeño que quiere ir de aventuras

Solo iré si puedes terminar embrujesido…

De hecho, es el caso –le murmure un vamos y ella con sus portales sombrosos nos tragó a ambos, escupiéndonos entre unos arbustos ¿Puedes verla? Es aquella torre –susurró, estando invisible no se decir si señalaba o no…

Sep… no parece nada terrorífica… te timaron –me acomode en los matorrales para continuar con mi languidez cuando el loader indico presencia digimon Argh… ya, vale, iré. Pero primero evaluemos la situación –me rodee de los matorrales para ir pecho tierra para no ser descubierto pero poder ver mejor la torre de piedra

Off:

-Rio, exageras, nada malo puede pasarnos en el Quartz- habia tenido esa discusión con Rio durante toda la mañana -que Magnus-san y yo termináramos ciegos y sordos fue solo coincidencia-

-más que coincidencia yo lo llamaría descuido- dijo Balder bebiendo de su té de gemas -si no te hubieras quitado la xros estarías como viento en popa-

-¡exacto!- Balder automáticamente escupió su té tosiendo con dificultad -como dijo Balder, fue mi culpa por quitarme la xros con Pulse, así de fácil- afirme tan confiada que asentí con los brazos cruzados

-se acaba de llamar idiota descuidada a si misma…- pensó secándose la boca con un pañuelo bordado -ni ahora madura….- continuo pensando

-¡si aún no me crees te lo mostrare! Le pedí a Jager y Spada que me dijera de lugares que suponen ser un peligro y e todos escogimos este- saque un dibujo que había hecho Jager de una torre de piedra en un como risco -si vamos aquí y no nos pasa nada tendré razón, ¿vale?- espere cerca de 30 segundos emocionada

-pfff… me parecía raro que le pidieras un dibujo a Jager…- me miro despectivamente guardando su juego de té -me gustaría llevar a ambas, pero en un sitio tan inhóspito solo serviría para llamar la atención- el entro al loader y en su lugar salieron Pegasmon y Nefertimon

-nosotros las llevaremos, suban por favor- pidió amable Pegasmon acostándose en el suelo -bueno, yo las llevare y Nefertimon nos cubrirá, ¿les parece bien?-

-¡por supuesto!- me senté casi de un salto en el lomo de Pegasmon -¡a la aventura!- Pegasmon espero a que Rio también subiera antes de levantar el vuelo a la zona que había dicho Jager

¡No exagero! Hibiki-san, no hace falta buscar pretextos tan absurdos como ese. Es un hecho que este sitio es peligroso

La disputa verbal con Hibiki-san había llevado ya toda la mañana; como cuando éramos niñas, ella se aferraba a argumentos triviales al defender su idea incluso si eso conllevaba a llamarse a si misma estúpida.

…

Suspire apoyando mi frente en las yemas de mi diestra.

Ya claro, de caso contrario, perdemos uno o dos brazos ¿Cierto?

Apreté mi tabique con los dedos que usaba para apoyar mi frente, en este punto Hibiki-san no daría el brazo a torcer sin importar que le dijera. No tuve más remedio que aceptar ir a un suicidio más que seguro.

¿Estas segura de ser la mayor?

Llego esa pregunta a mi mente con un recuerdo, siempre le hacia esa pregunta cuando a ella se le metía algo en la cabeza y quería hacerlo bajo cualquier costo.

Siento las molestias Pegasmon; ya sabrás de antemano como es Hibiki-san

Exprese antes de montarlo. Soltando un profundo suspiro. Tenía miedo, no lo negare, independientemente de cuantos digimon tenga Hibiki-san, está el hecho que eso no importo cuando le arrebataron dos de sus sentidos.

¿Podrías decirme porque esa atalaya es un sitio peligroso?

Le pregunte resignada, al menos quería saber a qué nos podríamos enfrentar. Cuando menciono a los Knightmon y Sagitarimon solo pude cubrirme la cara con una mano negando con la cabeza.

Cabe mi propia tumba al aceptar

Pensé frustrada de mi misma…

Decidimos regresar al digiquarzt estar ciego y sordo no era una excusa para dejar de hacer lo que hago aunque…. Como venía a un lugar peligroso tuve que dejar a Imbro y Ladro a cuidado de mis hermanos menores, montado sobre el lomo de Sangloupmon caminábamos sin rumo aparente. Me encontraba algo aburrido, normalmente estaría corriendo rápido con Sangloupmon pero sin un lugar destinado a donde ira no podíamos hacer mas que caminar como idiotas… Fue mi idea cuando súbitamente Sangloupmon se detuvo.

-si encontraste algo que valga la pena entonces vamos- le dije con una gran sonrisa

Sangloupmon se encontraba llevando sobre su lomo a Magnus, realmente no le agradaba la idea de estar aquí cuidando de su humano. De ser alguien más bien lo abría tirado de su lomo y dejándolo a su suerte pero sinceramente no le nacía dejar solo a Magnus y le tenía suficiente miedo a Duskmon como para enfrentarlo enojado. Se detuvo al sentir presencias que podían ser de interés divisó una torre que llamo su atención. Seguramente si Magnus pudiera ver ya estaría en camino hacia ese lugar, su sentido de aventura y su instinto  de buscador de tesoros abrían motivado a Magnus. Pero, sería mejor pasar, estaba por darse vuelta cuando escucho a Magnus hablarle.  

-si encontraste algo que valga la pena entonces vamos- dijo con una gran sonrisa y acaricio la cabeza del lobo vampiro el cual miraba en shock a Magnus “¿acaso quedar sigo y sordo mejoro su sentido de caza tesoros?”

El muchacho sujeto el pelaje de Sangloupmon para que pueda correr, Sangloupmon suspiro, bueno no es como que pueda conversar con el para hacerle cambiar de opinión. Emprendió la carrera,  usando su olfato para poder buscar algún peligro o digimon que pudiese ser de interés, saltando entre las rocas y pasando entre los árboles, el estar a pocos kilometros sintió mas fuertes las presencia y por medio de su olfato busco la presencia mas cercana, para evitar ser sorprendido mientras va hacia la torre.

Suspiré pesadamente, detestaba el Digi-Quartz desde su paisaje hasta las razones por las que parecía estar creado, simplemente no gustaba de querer quedarme en dicho lugar. Los Xros Wars o Hunter no parecían variar demasiado, había conocido a algunos sólo dos de ellos me habían agradado de forma sincera o al menos para hablar con estos, el resto era pura cortesía. Me quedé sentado en el capó de un auto algo destrozado, observé el paisaje con aburrimiento, sabía de las cacerías y aún así no quería cazar a ningún digimon sin embargo... Mi compañero tenía otra idea en cuanto a esto- Vamos a cazar Jem... Estar en el Digi-Quartz y no cazar nada ¿Qué sentido tiene venir. -Bufó expulsando un gruñido de hastío notable.

Negué observando el área, lejos se alzaba una enorme torre, aunque decir torre era incorrecto, era una atalaya. Si bien me daba cierta curiosidad no tenía intención de recorrer demasiada distancia dentro de la zona verdosa- Sabes que no tengo deseos de cazar ningún digimon, Mika. -Lo miré, iba a hacer un berrinche nivel Strabimon o quizás sólo se quedase callado ¿Cuál era el fin de pelear? Bajé del capó con algo de pereza, si era para satisfacer a Mika. Evolucione a Strabimon en Garmmon, éste se quedó quieto dejando que suba a su espalda, aunque tardé un poco en ello, llegué a su cuello sentándome en la parte lisa y sujetándome del cuello de Garmmon- Vamos. -Exhale con desgane, algo me decía que no la pasaríamos bien pero mi compañero tenía una especial habilidad para ignorar a todo el mundo que muy pronto acabaría por contagiarme- ¿Porqué el desgano Jem? Cazar suena divertido. -Se detuvo lejos de la torre, lo suficiente para no ser detectados. El Loader marcó digimon cerca dentro de la torre y cerca de nosotros, de hecho había algunos en movimiento, mis ojos se entornaron- Acércate con cuidado Garmmon. -La capa beis no me camuflada demasiado sobre el digimon, subí la caperuza de la misma cubriendo mis cabellos cuando el lobo metálico se acercó poco a poco tanteando el terreno. Prefería no cruzarme con nada desagradable.

https://www.youtube.com/watch?v=kD20nvMVy7E

No pasan si quiera un minuto de que cada uno arribara al perímetro de la torre cuando pueden escuchar una corneta resonar con gran fuerza en una entonación clara y firme. Al callar pasa exactamente 4 segundos, y frente a cada uno en tierra cae una flecha metálica con un pergamino enrollado y amarrado al cuerpo de la misma. Para la pareja que surcaba el cielo, será lo mismo, únicamente con la diferencia de que la flecha será disparada de tal forma que podrá ser capturada por cualquiera de las humanas.

Su presencia será tomada como agresiva de continuar sin identificarse. Se requiere de la señalización de su nombre, procedencia y motivos en esta zona.

De incumplirse esta petición se procederá a la pronta eliminación de los infractores. Se tomara por agresión cualquier otra acción que no conlleve relación con el cumplimiento de este pergamino o el desalojamiento del área.

off:

Pfff… nos descubrieron muy rápido… –me senté con pereza luego de desclavar la flecha del suelo Hum… ¿no soy el único aquí? vaya mal chiste, una quiere hincharse los bolsillos de… lo que sea y me salen con esto… –había sacado mi estuche de bolis dibujándome en una esquina del pergamino poniendo lo que habían pedido. Al terminar lo enrolle de nuevo en la flecha Seguro sus arqueros están en la cima Hisako, ¿me harías el favor?. Le di el pergamino y ella lo arrojo como un dardo a la cima manteniéndose intangible.

Su presencia será tomada como agresiva de continuar sin identificarse. Se requiere de la señalización de su nombre, procedencia y motivos en esta zona.  

De incumplirse esta petición se procederá a la pronta eliminación de los infractores. Se tomara por agresión cualquier otra acción que no conlleve relación con el cumplimiento de este pergamino o el desalojamiento del área.

En eso saque el loader pa´ ver quien más estaba, aunque era difícil diferenciar entre digis de la zona y otros extras ¿…? –alce la vista viendo en un Pegaso a Hibiki, intente llamar su atención con un saludo, aunque seguro con la xros que le idee sea... una sonrisa se apareció en mi rostro por pocos segundos ¡Hey! ¡Hibiki! ¡Por aquí!.[/b]

-estoy segura que Eita idearia una xros super genialosa si eso pasas; imagínate “¡brazos bot!”- dije entusiasmada

-no te preocupes pequeña, me alegra poder serles útil- respondio sinsero y quizás debajo de su casco se podría ver su sonrisa -pero por lo mismo de su forma de actuar la hace quien es, lo mismo contigo o conmigo- tras decir eso levanto el vuelo con ambas en su espalda yendo a una muy buena velocidad

-¿hmmm? Jager dijo que allí había algo muy importante guardado, y pues… ninguno sabe decir que es-

-puedes decir que hay una maldición o una bendición, como mejor creas- dijo Jager desde el loader

-¿hmm?- atrape una flecha justo después de que unas cornetas sonaran -¡wooo! un pergamino- lo abrí y leí en voz alta -¿ves Rio? No todos los digimon se te lanzan al cuello-

Su presencia será tomada como agresiva de continuar sin identificarse. Se requiere de la señalización de su nombre, procedencia y motivos en esta zona.  
De incumplirse esta petición se procederá a la pronta eliminación de los infractores. Se tomara por agresión cualquier otra acción que no conlleve relación con el cumplimiento de este pergamino o el desalojamiento del área.

Tachibana Hibiki, 16 años, estudiante de secundaria

Kamishiro Rio, 14 años, estudiante de secundaria

Venimos a saber por qué dicen que su atalaya es un sitio peligroso. Espero no tengan gatos por que Rio les teme

-¡listo!- saque a galgomon, para ese momento ya estábamos en el suelo; galgomon disparo con sus metralletas la flecha de regreso -¡Eita! ¿a ti tambien te hicieron llenar un cuestionario?- le pregunte curiosa -ella es una amiga mia, se llama Rio Kamishiro-

Ignoré el resto de los puntos rojos que aparecían en el mapa 3D del Xros Loader, era como ver un plano de todo el lugar donde figuraba la atalaya y otro resto de digimon cercanos, aunque me daba curiosidad en demasía saber de quiénes eran los que se encontraban cerca de nosotros. Me arrodillé en el occipucio metálico de Mika pata observar por sobre mi hombro, sin embargo no notaba con claridad a las personas que se encontraban no muy lejos- ¡Jem! -Me sujete de lo primero que encontré, es decir, la armadura de Mikael el cual apenas retrocedió para luego olfatear la flecha y cogerla entre sus dientes, desde la parte emplumada, con mucho cuidado de no romper el proyectil. Giró la cabeza hacia mi para entregar la flecha junto con el pergamino el cual desenrolle y leí atentamente. Parpadee levemente y busqué bajo la capa dentro de los bolsillos de mi ropa algún lápiz que haya sobrado. Comencé a escribir sobre el cuello de Garm y se la volví a entregar para que la lance. Luego de esta acción me pare peinando la zona, encontré en el cielo a un Pegasmon para luego escuchar una extraña voz que provenía de un joven de cabellos negros- Vamos, esperemos a que nos dejen entrar Garmmon. -El solo asintió apoyando las ruedas de sus patas en el suelo, me senté nuevamente, sujetándome de la armadura del enorme lobo.

Su presencia será tomada como agresiva de continuar sin identificarse. Se requiere de la señalización de su nombre, procedencia y motivos en esta zona.

De incumplirse esta petición se procederá a la pronta eliminación de los infractores. Se tomara por agresión cualquier otra acción que no conlleve relación con el cumplimiento de este pergamino o el desalojamiento del área.

Soy Jem Blackthorn y mi compañero Garmmon se llama Mika. Estamos de paso por curiosidad y queremos recorrer vuestra torre si nos dejan.

Esperaba a que nos dieran el aviso para avanzar y Mikael aceleraría. Sin embargo el digimon me miró y suspiré. Entorne los ojos mirando mejor al Pegasmon encontrando a Hibiki- ¿Tachibana? -Decidí no interrumpir el momento y le dí un par de palmadas a Garmmon para que camine un poco.

Que no levanten el fuego antes cualquier otra cosa no implica que sean sociables.

Me mantuve viéndola despectivamente; pensaba en qué tipo de mundo idealiza o cree que vivimos para ser tan… inocente.

Hibiki-san…

Gruñí tomando su hombro con mi mano.

No se supone que divulgues las fobias ajenas…

Apreté con toda mi fuerza su hombro empujándola hacia abajo.

Mucho gusto, Eita-san. Debo darle las gracias por ayudar a Hibiki-san, seguramente de no ser por usted, esta pequeña loca habría seguido su vida incluso sumergida en esas tinieblas.

Explique amable y educada pese a que continuaba presionando el hombro de Hibiki. Peine el área rápidamente con la mirada, descubriendo de esa forma que había un Garummon.

Ya que no somos los únicos, ¿Deberíamos formar una alianza con el resto de hunter?

Pregunte con suspicacia usando mi mano libre para darme una idea de la ubicación de los digimon; según el pergamino, deberíamos de ser más aparte de nosotros tres. De alguna forma esto parecía ser un día largo, la torre por si misma independientemente de la sugerencia libre de Jager Dorulumon, daba un mal presentimiento…

Sangloupmon dejo su búsqueda para da un al hacia atrás al ver una flecha clavarse donde hace uno segundos estaba parado, miro la basa de la flecha un pergamino enrollado en esta.

-al parecer fuimos muy obvios Hapócrates- comento el lobos mientras de su sombra salía el guerrero de la tinieblas, Duskmon camino y tomo la nota y leyó el contenido. Miro a Magnus y luego a shangloupmon –¿que dice la carta?- pregunto el can oscuro.

-nos dan un ultimátum, informales quienes somos y nuestros motivos para invadir sus terrenos- comento mientras se acercó a magnus y posos su mano en el hombro de su humano envolviéndolo suavemente en una aura oscura para que vea el recuerdo de la nota.

-aaaahaaa, se pone divertido, diles que nos presentaremos cuando estemos ahí- sonrió algo entretenido por el reto –además si no logramos llegar allí que chiste tiene molestarse en leer nuestro nombres o saber de nuestras intenciones ¿no?- se rio.

-me cuesta considerar a este humano valiente o estupido- comento sangloupmon.

-es sorprendente lo fácil que ambas se parecen- comenta mientras escribe la respuesta dictada y miro a Sangloupmon -continuemos – comento en forma inexpresiva mientras continúan su camino.

Una vez los pergaminos fueron enviaos de regreso todos los pergaminos, la trompeta volvió a sonar, solo que ahora en una tonada diferente, una bastante común y conocida que cualquiera podría identificar. Una trompeta de ataque. ¿Por qué y a quién? Simple, aunque ninguno puso su procedencia, que solo uno quisiera pasarse de listo fue suficiente para ser blanco de ataque; contrario de lo que se pensaría, no se abrieron puertas o emergieron enemigos de alguna parte de la atalaya, no…

Del suelo detrás del hunter acompañado de un lobo vampiro y un caballero de sombras, emergió una lanza roja en un abrir y cerrar de ojos, el ataque iba hacia el propio hunter, por ser el que dio la idea de no cumplir las órdenes de sus interlocutores. – Las reglas son ley… –advirtió la agresora.

Por otra parte, al grupo de tres ya reunido llego una nueva flecha al igual que los dos que permanecían solos, una nueva flecha se clavó en su paso, en estas venia escrita la autorización para poder adentrarse no solo al perímetro próximo de la atalaya, sino también el entrar en la atalaya. Cada pergamino contenía mínimas diferencias, como “Carecemos de presencia de felinos” “¿Quiere ser parte de nuestra unidad artística?” "Haga el favor de no escribir en forma de mensaje oculto... o tratar de enceguecernos" y “¿Nuestra torre es conocida?”