Es un cliche...? seh, y que?

Estampada y casi incrustada en el suelo luego de recibir las patadas de Eita, recordé las palabras de Misaka-san y Rio-chan, una diciendo que si no podíamos ganar, huyéramos y la otra incluso amenazándome para que no me atreviera a morir -lo siento a todos, parece que no podre mantener esa promesa…- murmure levantándome con dificultad -aún puedo seguir, jeje… ¿estas huyendo? Es por que realmente no quieres matarme, ¿cierto? Si aún quieres jugar, peleemos- si apenas me podía mantener en pie hablar era aún peor y difícil, pero aun o me rendía, no me detendría hasta traerlo de regreso

No te pongas arrogante… ¡¿Por qué demonios una escoria como tú sigue con la misma cantaleta de mierda!? –rugí arrojándole una pica del tamaño de una persona para hacerla callar

Le di un puñetazo lateral a la punta que me había arrojado para desviarla y después correr hacia el atacándolo con golpes y patadas -no dejare que… ¡no dejare que sigas haciendo sufrir a los demás!-

¡No los hago sufrir! Son solo juguetes y objetos reemplazables, ¿¡ACASO TU LE PIDES PERMISO A UN ENCHUFE PARA USARLO!? ¡No son más que porquería mal creada que debe ser rehecha! –intentaba explicarle mientras esquivaba fácilmente sus ataques

-¡no me importa lo que creas o sean!- respondí en un rugido -son nuestros amigos, ¡y prometí que iba a protegerlos a todos! ¡a todos los universos!- eleve la pierna izquierda para atacarlo con una patada de talón potenciada por los pernos en las piernas

¿¡Huh!? –exclame saltando hacia atrás ¿Proteger? ¿Cómo exactamente? ¡Si solo eres una pequeña cachorrita que sabe ladrar! Aunque bueno, supongo que ladrar no te cuesta nada. Al final, no pudiste proteger ni a Eti-chan, o a la hielito o tus propios digimon! –dije sonriendo de oreja

-¡…! ¿q-qué le hiciste a Rio y los demás?- retrocedí un paso instintivamente, incrédula pero más aun con miedo de que sus palabras fueran verdad. desde hace un tiempo ya, había dejado de sentir como algunos de mis amigos dejaban de jalar energía a través de la piedrita que nos había dado Margaret, así que… o Eita decía la verdad y los derroto o ellos habían ganado… pero si hubieran ganado ya estarían aquí… ¿entonces…?

¡Hmpf! Puede que ahora estén siendo consumidos por la obscuridad –respondí con una loca sonrisa insana y lo que parecía total franqueza

-¡no te creo!- avance con un jap izquierdo seguido de volver a usar secuencias de puños y golpes para terminar con un poderoso golpe derecho recto

Seguía esquivando sus blandengues ataques, aunque recibí su último golpe con una especie de muro invisible que no la dejaría avanzar ni un poco Pfff… me estoy aburriendo de molestarte –confesé en un suspiro Ya te llego la hora de… ¡MORIR! –al exclamar su sentencia la ataque con un golpe de vacío gravitacional que definitivamente la golpearía ¡Vamos, vamos! ¡MUERE, MUERE, MUERE! –avanzaba hacia ella atacándola con diversos elementos y poderes, a diferentes partes de su cuerpo tan rápido y seguido que no tendría oportunidad de si quiera pensar en algo que no fuera el dolor, deteniéndome únicamente hasta que ella callera al suelo

-si pudiera tocarlo una vez- pensaba apretando los dientes, tan concentrada en romper el muro o lo que fuera que puso entre nosotros que no reaccione a tiempo y recibí su primer golpe y por ende todos los demás hasta que de ente tantos golpes, perdí el equilibrio volado un par de metros y cayendo de costado. La xros de sinestesia me mandaba señales de toda clase de daño irreparable y sobre carga o calentamiento, ni con el procesamiento de algomon podían decidir en que enfocarse, si en la visión, audición o simplemente el equilibrio suficiente para poderme mover con coordinación

Restando las funciones casi al mínimo, conseguí rodar un poco para quedar de cara al suelo y así levantarme apoyándome en mis cuatro extremidades, pero solo podía quedarme de rodillas con un puño en el suelo y la otra mano sujetándome el costado -¡nunca me rindo!- grité recordando el sacrificio de Kanade, ella me salvo haciéndome entender que ella sola no podía, necesitaba de mi ayuda… la única diferencia ahora es que yo misma era la que me daba ánimos a no rendirme -¡Te ganare! ¡y me mantendré hasta el final de los finales!- grite irguiéndome pero aun sin poder hacer que mis piernas respondieran y me pusieran de pie

¡JAJAJAJA! Pero si más bien parece que me quieres rogar por tu vida –afine tomándome la molestia de escucharla un poco Entonces este es ese final… –desplegué círculos rúnicos mágicos rojos frente a mi preparándome para atacarla con el mismo rayo que use para derrotar a Eti-chan ¡Muérete ya, Hibiki! –rugí furioso ¡TOMA! –chasquee los dedos hacia ella disparando el rayo rojo concentrado, al fin me la podría quitar de encima y ni los esfuerzos del resto de palurdos imbéciles servirían de algo

Desde el preciso momento en que la primera creación arribo al planeta primigenio, la mujer luz de luna le había estado susurrando para que se mantuviera a la espera. Por su parte, la niña se limitaba a acatar las órdenes en silencio e inmóvil en su posición, pero segundo a segundo, su preocupación por la hunter se acentuaba por cada astivo de dolor ella mostrase.

– ¡AHORA! –exclamo la joven mujer al momento que el enemigo multiversal declara el final absoluto. Con solo esa palabra, la aparente niña emprendió movimiento sagaz para cumplir con su único objetivo, matar a Eita Fudo por medio de su total desmantelación.  Algo como eso suena fácil de hacer para la primer creación, pero desde el incidente que provoco su “Desactivación” Etincel le había reducido substancialmente sus poderes, haciendo que solo tuvieran una única oportunidad para efectuar el plan de la mujer llamada Margaret…

Rauda voló, en lo que pareció un silencio absoluto cortado por el sonido de impacto. Al embargo, no fue por Lambda consiguiendo su objetivo, cuanto menos no el que le fue ordenado…. En una especie de remembranza del pasado, uso su propio cuerpo como escudo para proteger a la hunter como esta había echo para ella alguna vez.

– ¡¿Qué mierda?! –exclamó incrédula Margaret, opacando el quejido adolorido y fallas mecánicas en la armadura de Lambda, la cual se dispuso a identificar su objetivo a destruir y retomando su objetivo original – ¡Déjalo Lambda! ¡Es imposible ahora! Te lo dije, ¿verdad? solo tendrías una oportunidad para esto… y aun así… ¿por qué? –pasando de la joven, la primer creación se puso en guardia, disparando las cuchillas que flotaban en su espalda contra Eita – ¡Oye! ¡Obedece mis órdenes!

Gruñí deteniendo mi rayo al ver que le impacte a la primer creación ¡Tch! Justo cuando pensaba que podía matar al fin a Hibiki se mete esta pendeja –me quejé por lo bajo Margaret, ¿huh? Como siempre con tus tácticas rastreras… pues perfecto, matare a esta muñeca de la misma forma que hicieron con tu madre, hermana y amiguitos ¡BWAHAHAHAHA! ¡Pagaras por meterte en mi camino! –a mi alrededor salieron burbujas de energía negra de las cuales salieron disparadas lanzas negras que no solo destruyeron las cuchillas, sino también la armadura de Lambda incrustándose en su cuerpo. Aunque se desvanecieron al instante, ni la primer creación sobreviviría a ellas luego de recibir mi rayo anterior

Intente en balde levantar mis brazos para absorber el rayo de Eita, pero en el último segundo alcance a distinguir una silueta familiar -Lamb…da…- dije sin entender nada de nada, intentando desesperadamente de moverme -¡huye ahora! ¡VETE!- le gritaba sin poder hacer nada más que eso

Cuando al fin pude levantarme con ayuda de Byakko y Pulse, ya era demasiado tarde, solo pude agarrarla entre mis brazos antes de que se desplomara -¡Lambda!- grite recostándola en mis piernas y sujetándola con mis brazos aun -¡Margaret, haz algo! ¡AHORA! ¡puedes teletransportala o algo, ¿cierto?! ¡que venga Shinya por ella! ¡hey! ¡Dense prisa! ¡HEY, ME ESCUCHAS, HEEEY!-