A true monstrous demon

Tras lo ocurrido con Eita y su intervención con Omegamon y Demon; no tuve más remedio que pretender ser su aliada. Lo bueno para mí era que podía pasearme por el Dark Area sin ningún reparo, pudiendo entrar en cualquier parte únicamente por ser “aliada de NEO”. Los últimos días Barbamon junto a Eita parecían sumamente… activos en algún tipo de plan bastante interesante pero no dejando que nadie se enterara… incluso ahora, mejor dicho, especialmente ahora. Eita se fue a alguna parte con NEO mientras Barbamon se queda aquí, en lo más profundo de su laboratorio, observando atentamente sus monitores de vigilancia

-Barbamon-san- dije animadamente entrando a la habitación donde estaba -¿en qué tiene puesta su atención?- al decir eso mire las pantallas, fingiendo curiosidad -hmm… pero que veo… ¿una invasión al mundo humano, quizás…?- cuestione lo obvio sosteniendo una sonrisa parecida a la de una niña -pero de ser el caso… ¿por qué usted no va? ¿será que esa chica sombría es su marioneta…?- pregunté curiosa y con un toque de desdén. En mi rápido vistazo pude ver a varios niños elegidos luchando contra una “copia” de la misma cría, incluso las clones de Misaka. Pareciera que el elaborado plan del vejestorio y la marimacha iba con viento en popa; para que Misaka se pusiera a dar ánimos y en algunos casos le saliera el tiro por la culata… -tendré que tomar acción…- pensé sonriendo para mi, pero estuve por perder la sonrisa al ver a una de las clones de Misaka ser atacada por un… adulto elegido en frenesí, por suerte pude mantenerme con la misma cara alegre de siempre

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El demonio de la avaricia recibió en silencio a la rubia, ni siquiera volteo a verla una tras su insistente articular de cuestiones insidiosas. Completamente absorto en lo que ocurría en los monitores frente a él, como si se le fuere la vida en ellos. Por la mayoría de acontecimientos, una sonrisa sanguinolenta se dibujó por entre su larga barba. Incluso cuando un par de elegidas había conseguido erradicar el embrujo en una de las copias contaminadas de Margaret, la tamer obscura, no marcaba ninguna diferencia en el desenlace de los hechos restantes. Eul había “Alimentado” cierto aparato de forma perfecta al dejarse llevar por la ira ciegamente, mientras que las acciones de Izayoi hacían lo suyo al atacar a aquellos indefensos, no era un alimento comparable al dado por Eul pero era bastante útil. Estos dos no se comparaban al alimento conseguido del trio que huyo dejando atrás todo lo que no fuera su propia existencia.

– Niña elegida… estoy de buen humor, aprovecha para largarte… ¿Quieres? –solicito la creatura representante de la avaricia tecleando varias teclas en su computador – No quiero verme obligado a reducirte a cenizas y apestar esta habitación –explicó calmo y siniestramente sincero – Huye lejos ahora que puedes, ahora que el sigue aquí…

-¿De verdad tu plan era matar a tu creación y usar a una gothic lolita como distracción?- le pregunte inclinándome a un lado -o bueno… realmente no importa si Eita-kun se funde con esas memorias- una sonrisa sombría apareció en mis labios -eso explica por qué andas de nenita asustada aquí abajo… Barbamon… ¿Y si te arranco tu memoria y busco las demás? Incluso si no lo hago yo… alguien lo hará. Seguramente ya lo sabes, solo quería ponerte al tanto, viejito… no se te vaya a ir la azúcar y mueras solo por tu edad-

– Te di una oportunidad niña… –advirtió enderezándose con lentitud, reflejando lo mismo que su apariencia deduce, el movimiento de un viejo decrepito – ¡MUERE –vociferó  dando un rápido giro y valiéndose de su báculo preferido, disparó desde la gema en este un torrente de llamas salidas de lo más profundo y ardiente de Dark Area mientras reía diabólicamente.

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-un uno a uno contra ti suena difícil…- murmuré tranquilamente, del digivice había salido disparada Elyzium en su forma de Ofanimon Falldown mode absorbiendo las llamas del demonio con su guadaña -pero creo que tomaremos el reto, ¿verdad chicos?- del digivice rápidamente salió Rem siendo Bancho Leomon, me cargo en su espalda tras cubrirme con su saco corriendo en lateral para rodear al demonio; no iba a interferir en la pelea en sí, más bien era como mi “tanquee protector”

-usando a los débiles y traicionando a tu propia creación…- dijo entre dientes Elyzium volando hacia el viejo girando su guadaña para al estar a pocos metros de su objetivo dar un giro sobre si misma empuñando su arma horizontalmente con la cual pretendía cortar por la mitad al viejo. La hoja del arma aún tenía las llamas que absorbió antes además de las propias

– Ghhh… –el demonio decano retrocedió levantado el vuelo en diagonal para alearse de la ophan – ¡Humana ridícula! ¿Crees que podrás herirme? –bramó entre carcajadas atacando con su báculo favorito, pero no al ophan ni al antropomorfo león, su ataque fue dirigido al techo de lavatorio haciéndolo cimbrar y tras esto colapsó. El rastrero demonio huyo del derrumbe sumergiéndose en obscuridad, mofándose de tu inexperiencia en combate.

Apenas Barbamon se echara para atrás para esquivar el ataque de Ely, ella disparo continuamente una especie de cristales persiguiéndolo a vuelo acosador, disparándole cristales y blandiendo su guadaña en llamas.

-si tanto quieres quedarte sin laboratorio… te haremos el favor, ¡Rem!- Bancho Leomon fue cubierto por una luz aumentando en gran medida su tamaño y forma, terminando siendo Belphemon Rage mode que soltó un poderoso rugido, me tenía entre sus manos como si fuera una pequeña ave y el humano amable que la protege. Di un salto hacia adelante aun rugiendo para embestir con un cabezazo el techo del laboratorio. El derrumbe seria evitado por Ely por medio de incinerar  los fragmentos que pudiesen caerle encima -¿qué tal si los dos nos ponemos serios… Barba? Anda y usa esa súper evolución; sino te vales de Armamon Burst mode, mucho me temo que te mataremos sin dificultad… y eso me aburre. Claro que si quieres entregarnos tu vida, con gusto la tomaremos, tehee-

– ¡Te lo tienes muy creído, niña! –bramo con sarcasmo eludiendo los deshechos de su laboratorio – Y sin embargo tiene una gran ventaja… si no me hubieran traicionado Murmukusmon y los demás –pensaba apretando los dientes y amargando su gesticular. Ciertamente su laboratorio ya había sido destruido, con lo cual usar su evolución, Omega Armamon Burst Mode, sonaba bastante tentativo. Sin embargo, algo como esa evolución no sería exactamente la correcta contra la niña que enfrentaba ahora… no, lo que necesitaba era algo… diferente…

Movió su báculo predilecto y se generaron varios círculos de diferentes colores y con crestas diferentes, 7 en total. De algunos salió un Digimon diferente, Lucemon Falldown mode, Lilithmon y el Digitama de Leviamon. Ambos humanoides observaron con despotismo e ironía al invocante. De los Demon Lord restantes, Belphemon aún era un digitama en poder de la rubia, Demon en posición del Megalómano dentro de una xros y Beelzebumon en alguna parte donde la invocación del viejo no podía ser efectuada.

– ¿Qué ocurre, Barbamon…? ¿Qué te llevó a invocarnos tan repentinamente? –cuestionó satírica la mujer sosteniendo una sonrisa sínica.

– No nos digas que tu plan está fracasando estrepitosamente y una sola niña elegida te esta danto una rastriza –indico el que ostentaba el poder de luz y obscuridad sonriendo de la misma forma que la mujer. Eso, en definitiva enmudeció al viejo demonio – Antes de que pierdas los cabales, deberías de estar al tanto que nosotros ya sabemos perfectamente bien lo que está ocurriendo. Soy el primero en exprimir a mis subordinados, pero, ¿Masacrar a tu propia creación? Barbamon, el sadismo lo estás llevando lejos ya.

– Por si fuera poco, mandar a un crío a hacer tu trabajo sucio, ¿No tienes ni un ápice de decencia? Mi gran señor Bagramon incluso se tomó la molestia de proporcionarle un Darkness loader... –suspiró con amargura – No espero nada de nosotros como compañeros, pero, a mi señor Bagramon no le agrado ni un poco todo lo que han hecho hasta ahora…

La respuesta del barbudo no otra sino más que un gruñido amargo, mientras se apoderaba del Digitama de Leviamon alzando en el aire con su decrepita mano, oró los nombres de los Demon Lords presentes, obligándolos a una Jogress; ambos demonios solos suspiraron negando con la cabeza dedicándole a la joven rubia una media sonrisa.

– Barbamon, una última cosa… mientras estabas con el chico y NEO… esta niña se hizo nuestra aliada en buenos y perfectos términos. Un Ogudomon de solo 4 de nosotros no debe de ser mucho reto para ella –declaró con una sonrisa galantemente pomposa a los segundos antes de convertirse en una luz naranja demoniaca al igual que los demás demonios presentes.

– Kahahaha… ¿Qué te hiciste aliada de algunos Demon Lords? ¡JA! No me hagas reir, niña tonta… –bramo la voz del viejo demonio en un resplandor gigantesco que periodicamente se volvió una abismal creatura de 7 patas la cual rugió de forma increíble, se suponia que eta creatura deberia tener la cresta de los Demon Lord fulgurando sobre de si, pero ahora solo ostentaba la correspondiente a Barba – ¡¿Qué tal si son ustedes los que me dan sus vidas, ahora?! –tras repetir con ironía tu anterior petición soltó una de sus clásicas carcajadas socarronas y a mandíbula suelta.

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https://www.youtube.com/watch?v=YGLSZ2Lm588

-vaya…- susurre recogiendo mi cabello en una coleta, el solo ver que invocaba a sus compañeros demonios, por muy buenos términos que tuviera con ellos, implicaba algo bastante obvio -parece que también tendremos que pedir ayuda…- murmure evolucionando a Ely a Ophanimon Core y a Rem pasandolo a Imperialdramon Paladin mode. En lo que los recién llegados regañaban al viejo mire mi muñeca, en ella tenía un dispositivo para contactar con ellas -…- pensaba detenidamente si pedirles ayuda o no…

El rugido de Ogudomon me regreso a la realidad, trague en seco, pensando como Misaka podía arrojarse contra enemigos sumamente poderosos y dar su vida por los demás tan simplemente. Rem me puso en su cuello, dentro de su armadura, tanto el cómo Ely estaban listos para pelear con todo lo que tenían; miré mi digivice mientras el viejo decía no sé cuántas cosas -¡hmpf! no pude protegerla a ella, pero a las demás… Rem, Ely, confió en ustedes, ¡vamos!- apretando el digivice sonreí plenamente, aquella vez, Dolly murió por mi culpa, hace poco murió su original, y ya solo quedan ellas. No podía solo sentarme y observar como las mataban una en una de nuevo, ahora yo sería quien evitaría que el megalómano de Eita se hiciera con el poder de Barbamon y por tanto de Ogudomon, vamos, no hay que ser genios para saber lo que pasa por la cabeza de ese niño… sino derrotamos a Ogudomon, él lo absorberá y su poder no tendrá limites

Rem y Ely se precipitaron contra el demonio empuñando sus armas con fuerza, ellos también lo entendían, si lo dejábamos ganar, sería el fin para el resto. Ninguno de los tres sentía miedo u odio, tampoco es que nos sintiéramos los héroes de la película, no, ese no era nuestro papel… ni el de ser villanos ni el de ser héroes… nuestro papel solo implicaba acabar con ogudomon a toda cosa. A estas alturas no teníamos ni maldad ni bondad en nuestros corazones y mentes, solo una meta fija



Rem disparo un láser de positrones desde el cañón en su muñeca y Elyzium un rayo de luz sagrada, pero no a Ogudomon, sino al suelo donde estaba parado; recordando que el suelo estaba hueco por el laboratorio en ruinas del viejo, querían hacer caer a la araña e inutilizar sus enormes patas. Ambos se mantenían sobrevolando al demonio, si intentaba saltar, Ely lo recibiría con el dragón que podía invocar, aun si por ahora no podía hacerle daño, por lo menos le bajaría min imante su defensa y con eso estaríamos un paso más cerca de cumplir nuestro plan…

-¿hasta cuándo estarás aquí?- dije cruzada de brazos y mirado despectivamente a Misaki -desde que pasó lo de kadinguir has estado aquí timando a Barbamon, ¿verdad?- agregue suspirando

-hmmm… ¿de veritas nadie vino a ayudarte antes…?-

-es difícil hacer que se muevan y solo lo hacen cuando alguien les saca las castañas del fuego, Shio, no te sorprendas tanto-

-… hmm… bueno, supongo que da igual-

-¿hmmm?- estaba tranquilamente en la “residencia” de Barbamon bebiendo té sentada en una de las tantas maquinarias del laboratorio con Lucemon sentado a mi lado y Salamon en mi regazo mientras bebíamos un poco de té y Barbamon yacía en el suelo murmurando las mil sandeces -pero que sorpresa, si es la mismísima Misaka-san, y para mayor sorpresa no solo es la primera en venir pese a estar “muerta” sino que tambien me empieza la conversacion- dije sobre exagerando la sorpresa -¿Qué debería decir…? Sabes perfectamente que me encanta jugar con mis presas, ademas, como dicen tus digimon, he estado esperando a que alguien venga a salvarme… pero nadie lo hizo, ignoro si fue porque prácticamente nadie sabía que vine aquí o simplemente les daba miedo. Ya sabes lo cobardicas que son-

-si ya volviste, ¿significa que debemos pelear ahora si en serio?- pregunto Elyzium estirándose con flojera -ya que realmente, este sujeto no fue ni un poco complicado, en especial por que Misaki-san uso sus poderes desde el principio…-

-por lo que he visto- dije señalando con la mirada los monitores que usaba el dueño del laboratorio para estar al tanto del mundo humano y digimon -Eita-kun ha hecho muchas cosas… pero bueno, es el único que cumplió con su papel- sonreí con malicia por un segundo, dando un pequeño salto para bajar de la maquinaria donde estaba sentada cayendo con gracia -ya que la pequeña Shio fue tan amable de apartarnos uno de los objetivos, no tenemos más opción que pelear, ¿verdad?- evolucioné a mis dos pequeñas en Angewomon y lady devimon -nos encargaremos de eso… bye be…- explique abriendo un portal al planeta usando uno de los computadores del sitio guardando al demonio en el digivice para luego cruzar el portal tranquilamente

-odio cuando no la puedo contradecir- pensé martillando mi índice contra mi brazo tragándome mi orgullo mientras la escuchaba -tch… su forma de hablar es tan mordaz como siempre…- murmuré cuando se fue

-y para colmo, tiene toda la razón del mundo…-

-¿ya nos podemos ir a pelear? Entre más pronto acabemos, más rápido podremos ir a comer un delicioso pan-

-sí, sí…- dicho eso, Soma abrió otro portal y nos fuimos contra la bestia voladora