perdido en Roma (libre)

En un plaza cerca de coliseo dos hombre se encontraban sentados, uno de cabello dorado y largo con apariencia de ser un noble, otro mas alto de cabello blanco y vestimenta un poco mas salvaje que lo hacia ver peligroso, como si su mirada sangre no bastase para asustar a todos

el hombre de ojos sangre miro a los presentes en busca de alguien y a la vez pensando en lo ocurrido

flash back

bastantes cosas ocurrieron en muy poco tiempo entre ellas la llegada de un aliado o un dolor de cabeza. en esta hermosa ciudad de la dulce italia.  dentro de los imponentes muros del coliseo, un joven de cabellera blanca y ojos color amatista contemplaba la arena, donde se podia presenciar un divertido espectaculo

-¿¡por que demonios le haría caso a alguien como tu?!- grito un felino digital, un liolmon muy irritado a un inusual wizardmon de ojos sangre y cabello blanco

-te dare cuatro, uno: tu desidiste aliarte con janaan, dos: yo soy el primer camarada de janana y tres: soy mayor que tu y cuatro: puedo hacerte polvo si me provocas-

-¡eres un maldito abusivo!- protesto indignado

-quejate lo que quieras Aramis, no cambia nada, soy tu superior inmediadiato-

-que llegases antes no te hace un lider, solo te hace el primero- se quejo

myrddhin solo miro al liolmon debia darle un punto por aquel comentario, cerro los ojos y contesto -eres libre de tratar de vencerme y quedarte con el liderazgo cuando tengas el poder y sabiduria, mientras tanto aguántate y haste mas fuerte,-

-janaan-

el alvino suspiro y saco de su bolsillo su digivaice cuya pantalla comenzó a brillar y wizardmon como duftmon comenzon a evolucionar hasta se mistymon y duftmon. myrstimon usando su magia configuro la data visual de duftmon para que tubiese la aparienci a de un humano  de la misma altura que janaan, de contextura delgada piel clara y cabello dorado lago, mystimon evoluciona a mega y rápidamente adopto una forma humana

-podrás discutir tu lugar en este grupo cuando demuestres que tiene actitudes para liderarnos-

Esta vez fue el turno de duftmon para quedar callado y mirar al  mago digital el cual lo miro en silencio -veras que puedo llegar a ser un mejor lider que tu- desafío con una sonriza semejante la la de magnus

-yo creo en las acciones, no en palabrería, de lo que conozco a ti no te gusta trabajar en equipo mucho menos podrás liderarlo, cundo madures quizas pueda tomarte en serio-

el silencio reino por un rato

-janaan- llamo myrddhin si despegar la mirada de duftmon pero, el alvino no contesto, lo que llamo la atencion del mega el cual volteo y no encontró el albino -¡janaan!-  llamo en voz mas fuerte pero nada

end flash back

-no puede estar mejor- respondió el noble sarcástico -nos abandono-

-janaan no haria eso-

-como puede hacegurarlo?- pregunto molesto

-janaan es leal, debió pasar algo-

No gustaba demasiado del paisaje de Roma al menos no del moderno que poseía actualmente, todos los edificios de gran altura que rodeaban la ciudad le recordaban a los que poseía Tokio, con las mismas características pero gustaba más con los de su prefectura "natal". Akita, sus ciudades eran pequeñas y la capa de nieve blanquecina que cubría las plantas, el suelo y las casas, la mayoría del tiempo, era una vista digna de ver, las montañas y bosques que Akita tenía eran de sus favoritos exceptuando que los árboles de Sakura crecían o florecían en el otro extremo de la isla asiática, aún así amaba su hogar en el mundo humano, cada vez que pensaba en irse al Digimundo un escalofrío recorría su dorsal sin piedad alguna, arrasando con el calor corporal que pretendía mantener.

Así mismo supuso que Roma no precisaba la tecnología que para detectar sismos que poseía Japón, si uno de los terremotos que sacudían su país hubiesen asaltado la Capital Italiana las estructuras antiguas de sus tierras estarían hechas escombros y polvo. Pasó sus ojos por las calles romanas mientras se dirigía al Coliseo, quería pasar un rato allí, huyendo de los espectadores que salieron tras ella en una muestra de conjuntos de invierno, no comprendía porque demonios esa obsesión que las personas llevaban encima en cuanto a asfixiar a las otros... No deseaba la atención de nadie que no fuese de su familia o cercanos, claro a menos que fuese amigo o pareja.

Miró por sobre su hombro con semblante y ojos que, si fuera kriptoniana, dejaría dos agujeros en la cabeza de quienes la seguían a excepción de su hermano el cual, sin angustia ni hastío alguno, se sentía en la gloria al sentir tanta atención sobre su figura. Vestía naturalmente una camisa sin botones mostrando su pecho tatuado con dobladillo en el cuello, pantalones negros, zapatos y guantes sin nudillos ni dedos. Por su parte no tenía escapatoria, sus atavíos no se lo permitían, tenía un vestido color marfil con encaje en los brazos y cuello de tortuga, de corte largo hasta las rodillas y botas blancas- .... ¡Azrael!. -Se detuvo fulminando a su hermano el cual parecía, desde lejos, hablar con las personas para deshacerse de estas. El de ojos ámbar fluorescentes se acercó sonriendo de forma pícara- Ni por tus perfectos pectorales me metería en ese gentío. -Replicó con sarcasmo y acidez mal contenida, Azrael sólo se reía divertido al ver la cara de su hermana menos- Sabes que amo la atención sobre mi, pero mejor no digas nada, sé que no me gustará lo que digas. -Abrazó a la albina con fuerza, alzándola a unos centímetros del suelo, Selene suspiró dejando que la estruje a pesar de ser arisca.

Nuevamente en el suelo observó a su alrededor encontrando a lo lejos a un albino y un rubio... ¿Eran?... No reconoció al otro pero si a Myrddhin, sin embargo, se preguntaba donde estaba Janaan. Su hermano la empujó suavemente hacia allá dejando que lidere el camino, se fijo en el rubio de cabellos largos inspeccionando y ladeando su cabeza al parar cerca de ambos. Viendo que su hermana no iba a hablar decidió que él empezaría- ¡Hey! Myrddhin ¿No? ¿Qué hay con esa cara? Parece que se hubiese muer... -Se mordió la lengua cuando su hermana le dio un puntapié certero, negó suavemente ante el descuidado hablar de su hermano- ¿Qué sucedió? -Consultó sin salir de su reciente enojo pero con cierta preocupación tatuada en el rostro- Claro, porque tu eres tan delicada como un luchador de boxeo. -Ella solo frunció el ceño resistiendo la tentación de propinarle un codazo en las costillas.

Ambos megas optaron por la ley del hielo por unos momentos, El rubio podía no llevarse bien con el albino pero si sanbia cuando aguien necesitaba tiempo para pensar, el tan bien estaba extrañado de lo ocurrido… no conocía tanto a Janaan. Pero el albino demostró ser alguien nombre y realmente abandonarlos poar que si no parecía salgo propio del albino, como Myrddhin dijo, Janaan es alguien leal.

-no creo que ganemos mucho con…- el rubio se callo al escuchar una voz, sus ojos verde felino miro hacia lo recién llegados, una mujer no muy alta de ojos heterocromaticos casi omogenios para los que no noten la diferencia, cabello blanco, mirada fría y algo dura, bestia con un vestido claro. A su lado alguien mas alto quizá igual de alto que su compañero, traía un atuendo bástate extrovertido, lleno de tatuajes lo que extraño al felino

Myrddhin volteo a ver al dúo con ligera indiferencia pe podía ser una mejora a causa de la amalgama de sentimiento que tenia en este momento como ira, preocupacioan, curiosidad, entre otros –hola- frunció el ceño, no deseaba decirlo o tendría que aguantar a azrael pero, miro a selene la cual parecía preocupada y suspiro –perdimos a Janaan, estábamos en el coliseo y cuando nos dimos cuenta ya no estaba-

El Pelirubio miro a myrddhin –los conoces- la vos del rubio era algo grabe, suave, envolvente a los oídos con una mezcla entre un ronroneo felino y susurro suave ante las vocales, se asemejaba al frances. lo opuesto a Myriddhin cuya voz incitaba a ser es cucharada, grave fuerte autoritaria pero ala ve grabe y atrayente como un gloriosos narrador de tiempos remotos que podia dejar hipnotizados a miles con sus historias, las de Aramis era inconscientemente mas sensual y casi traviesa

-Janaan y yo los conocimos hace no mucho tiempo cuando fuimos a america del sur, un lugar que luego te enseñare. Ella es selene, una sakuyamon y el es azrael un digimon angel caído con el mismo nombre- presento –el es Aramis, poco después de nuestro viaje a argentina lo encontramos mal herido y lo atendimos en casa de janaan. El como agradecimiento o solo para hacer mas irritante mi vida se unió a janaan, siendo su segundo camarada-

-y yo creía que eso de los nombre serán solo cosa de Janaan-Aramis se paro y dio una reverencia al estilo ingles-es un placer, me llamo Aramis- sonrio, pero se vio rápidamente devuelto a su asiento por que myrddhin le tomo del brazo y volvió a sentarlo

-si no tiene nada importante que hacer ¿podrían ayudarnos a buscar a janaan?-

La menor esbozó una sonrisa labial afable, apenas visible, al rubio en cuanto parecía analizarlos, no se molestaba ante una sola mirada sobre su figura, de hecho no le importaba ya que estaba acostumbrada debido a la rareza de su persona y, si bien no le importaba, cubrió su sonrisa con una mano evitando dejar a la vista cualquier rastro de su expresión, su hermano se río divertido al visualizarla desde su posición. Selene solo frunció el ceño al verse descubierta por lo que borró su sonrisa a velocidades increíbles, no le regalaría a nadie una sonrisa suya, por ésta razón suspiró de forma sonora- No la mires mucho que se va a sonrojar. -Comentó burlón el Serafín de iris bruñidos, casi resplandecientes, esa característica de Azrael a parte de toda su persona se veían naturales al igual que curiosos, destacaban incluso bajo el manto oscuro que la luna traía consigo. Selene encarnó una ceja a Myrddhin cuando saludó, no podía culparlo ya que no conocía a Azrael, su hermano era demasiado ácido, hablaba con el filtro que poseía un niño de 5 años y el razonamiento de un adulto, lo que hacía de él una hastío andante para todo aquel que no tenga contacto diario.

La albina sujetó su mentón pensando que habría pasado con el Escocés para esfumarse en la nada sin que sus digimon noten que alguien lo había secuestrado o quizás... Alzó las cejas mirando a los entes de cabello largo, quizás era una causalidad encontrarlos sentados en plena calle de Roma como dos niñatos enfadados- ¿Cómo lo perdieron de vista? Mejor dicho ¿Porqué parecen dos niños majaderos que han perdido a su madre? Y que me mires con mala cara no solucionará nada. -Se dirigió a Myrddhin, sin tacto alguno, en última instancia al decir aquello pues ya se esperaba sentir la furia del Dynasmon sobre si. El Serafín carraspeo tratando de no reírse del poco tacto que Selene utilizaba al hablar, su mirada se posó sobre Aramis- ...Sekushīna koe... Serafín. -Corrigió instantáneamente al mega- [cor=Darkblue]Bueno, que los regañes no solucionará nada. Un placer Kätzchen-chan, ya nos presentaron.[/color] -Tanto él como Selene dieron una venia japonesa, más elegante y rígida de la segunda, más voluminosa del primero.

Conectaron sus ojos mutuamente en una charla silenciosa, espiaron por sobre sus hombros sin encontrar a nadie, ni siquiera a una de las personas que las habían seguido, nuevamente voltearon asintiendo al mismo tiempo- Vale, los ayudamos... Antes díganme... ¿Porqué la tensión entre ustedes häschen? -Inquirió extrañada al ver el comportamiento del albino para con el blondo, supuso porque era y la razón por la que su niño elegido se hizo humo, pero necesitaba confirmar su teoría antes de continuar con la "investigación".

Aramis se encontraba extrañado por el comentario de sonrojarse –solo con vera uno asume que ella no se avergonzaría si no mas bien trataría de golpearme, cosa que agradezco que no haga- dijo recogiéndose de hombros y acerco el dorso de su mano derecha a su boca pero rápidamente corrigio el curso para acomodar su cabello. Myrddhin sonrio de lado ante eso

–mucho tiempo siendo un gato causan complicaciones para pasar desapercibido ¿no? –

El muchacho rubio se sonrojo y miro asesinamente al peli blanco –¿y tu que? ¿Siempre eres asi de molesto o es que estas inspirado hoy?-

-a callar cachorro-

-¿¡como me llamaste!?- grito Aramis tensó seguramente si estuviese en su forma digital su pero estaría rizado y su cola extendida como buen felino furioso

Myrddhin miro a Selene ignorando olímpicamente al felino –como bien les dije Aramis es nuevo pero tiene claras  intenciones de ser el líder, vinimos a roma para no discutir prente a los hermanos menores de Janaan y de paso buscar a su otro hermano Magnus, lleva un tiempo sin llamar y eso tiene preocupado a Janaan. De todas formas mientras hablábamos en la arena, janaan decidió que darse en las graderías, para vernos mas cómodamente, al terminar de discutir llame a janaan pero el no estaba, lo buscamos por la arena y no lo hallamos-

-le dije que lo esperáramos aquí en caso de que janaan hubiese decidido salir a hacer algo mejor con un tiempo que escuchar al macho alfa tratar se sublevar a alguien- contesto el rubio para luego mirar confundido al serafin -¿Kätzchen?-

-es alemán quiere decir gato y el chan es un título diminutivo japonés, resumiendo te dijo gatito-

Aramis fundió el entre ceño y solo ignoro al serafin, no era una buena estrategia comenzó a pelear con seres que podían ser de ayuda

–de todas formas janaan no es de esos que solo se van si algo le fastidia, es muy responsable-

El Serafín asculto al felino rubio con cierta diversión, si bien era cierto que Selene le golpeara si seguía mirándola demasiado tenía el recato de no hacerlo por estar en plena calle de Roma y decir que estaba atestado por el gentío era poco, probablemente escondidos entre las personas se encontraban aquellos hombres y mujeres que les habían seguido desde exposición que Selene organizó para mostrar los nuevos modelos que más le interesaban, bueno, debía decir esto ya que le convenía al vender atavíos a diferentes marcas de ropa. La sacerdotisa estaba segura que la idea de agregar ropa a la empresa de su humano era una de las mejores ideas que tuvo Azrael, le costaba admitir que su hermano había manejado rápidamente este aspecto de forma que la empresa se había expandido apenas hacia dicha zona y con creces. Suspiró sosegada sin razón alguna, no gustaba de pasar demasiado tiempo en lugares concurridos y en el Coliseo ya sea durante el día como por la noche poseía gente transitando por sus calles exteriores, iluminado por luces o por la luz solar u lunar. Miró a su hermano quien se encogía de hombros- ¿Es recurrente que se lleven así de mal? -Preguntó cambiando el curso del tema en el que estaban metidos ambos mega los cuales parecían ser campeones debido a la pelea infantil, aunque.....

No, ella y Azrael se seguían la corriente al molestarse mutuamente y no pasaba a más que bromas pesadas pero no mucho mas después de todo eran hermanos y se tenían un cariño y afecto especial, no podíamos estar enfadados con el otro eternamente. Ese tipo de cosas las hacía cuando era una pequeña Viximon sin posibilidad de cuidarse sola y su hermano se burlaba de ella, no es algo que no hiciera ahora pero era mucho menos molesto que antes. La explicación del mayor tenía tanto sentido como el porque se había ido Janaan sin avisar siquiera, los dos teníamos una teoría o más en común pero veríamos por descarte de los digimon del albo cual era la válida y cual no era verídica. El de ojos ambarinos fluorescentes ignoró al felino tal y como hizo este, parecía un niño enfurruñado, algo bastante adorable en un mega, no diría nada ya que al parecer, Aramis, era bastante sensible a los comentarios sobre si persona, por un momento se quedó pensando que posiblemente fuese un megalomano más vulgarmente conocido como una persona creída o superada, ese tipo de personas eran aquellas que tenían el autoestima por los suelos, tal como....

Pasó su brazo por los hombros de su hermana de forma protectora, Selene jamás se molestaría por las muestras de cariño que su hermano le daba y ella muchas veces correspondía- Quizás no sea de esas personas que se le dé por abandonar a sus digimon pero tenemos dos teorías ¿Verdad? ¿Tu que piensas? -La digimon asintió, no leía mentes pero compartíamos ideas, charlas y el tiempo que vivimos juntos nos daba la posibilidad de tener algunas charlas a base de miradas- No creo que Janaan no se haya ido porque si, debe tener sus razones y me parece que es su absurda charla de machismo por el liderazgo, les recuerdo que en un futuro próximo es posible que su niño elegido tenga mas digimon y sería de ayuda que dejasen de pelear como dos críos, está bien si es solo un juego. Mi hermano y yo lo hacemos seguido pero no pasa de ello. -Argumentó con pasividad la menor entre ambos. El Serafín señaló a su hermana con la cabeza quién continuaría hablando- Es posible que se haya ido por eso mismo, deben mejorar su nueva relación. A parte de ser un equipo son una manada, una familia y estar peleando constantemente por ver quien domina no creo que ayude. A veces es bueno compartir opiniones... -Se encogió de hombros quitando importancia ya que era algo a lo que se acostumbraba- La otra opción es que haya ido a buscar a su hermano menor. Los humanos no desaparecen porque si, ni siquiera aquellos que tienen poca presencia y la aprovechan. Siempre podemos ayudarles a buscarlo aunque... No creo que haya otra opción entre las que dimos, siempre puede que aparezca haciendo otra cosa. -Soltó a su hermana con cuidado de no ser tosco y trazó con sus dedos sobre los tatuajes en su antebrazo.

La digimon sacerdotisa de facciones zorrunas parpadeo de forma esporádica y lenta, la desobediencia era algo de lo que pocos gustaban, por supuesto se incluía entre ese tipo de personas ya que no se veía como alguien, demasiado, masoquista o con gustos por el sufrimiento propio y no ansiaba soportar acciones similares aunque debiera, su paciencia era extensa pero todo tiene su límite, incluso esa virtud que poseía. Usualmente no sufría la rebeldía de su hermano mayor, si bien Azrael tenía actitud revolucionaria y era de resistirse a todo lo que ella dijera sin importar que tema tratase.

Eran pocas las veces en que ambos llegaban a un acuerdo y por lo general dicho trato a regañadientes o por deseo a acabar con el problema, entendía que actuase como un adolescente la mayor parte del tiempo, no le molestaba en absoluto, siempre fue así y por aquella razón era vista como la mayor, inclusive de la misma edad que Azrael, cosa que le aterraba, no tenía idea que edad o cuantos años llevaba contando su hermano, fue algo de lo que nunca habló y lo aceptaba, él siempre decía tener 29, detestaba la idea de ser viejo aún si, como digimon, podía poseer cualquier edad en el mundo humano.

Selene movió la cabeza de derecha a izquierda en negación, al parecer no habían comprendido del todo las deducciones que sacó con su hermano pero al fin y al cabo sólo se entendían entre ellos pues habían sido compañero de toda la vida a pesar de los altibajos que transcurrieron, nada los detuvo, no del todo.... Miró al de ojos ambarinos fluorescentes el cual solo se recogió de hombros demostrando que le daba igual pero que la apoyaría en cualquier tipo de necesidad. De sus elegantes y tiernos labios escapó una espiración relajada, no había prisas, al menos no para ella - De todos modos creo que no me expresé lo suficientemente bien... Me refiero que su camarada no lo hizo por molestia sino para darles una lección en la que deberán soportarse para poder encontrarlo. -De todos modos no hacían nada quedándose como columnas talladas en mármol sin hacer nada y en eso concordaban Azrael y Aramis pues el segundo no tardó en emprender marcha para buscar a su camarada humano.

El Serafín posó una mano en su cintura privándose de escupir cualquier tontera o argumento que pudiese lograr el odio de los otros dos mega hacia su persona- Se le quema la hiel al gatito ¿Qué dices? -Casi como un flash su cabeza giró para posar la mirada en la piel alabastrina de la digimon con nombre de diosa astral. Los ojos heterocromáticos de la menor seguían fijos en el dúo de idiotas, no sabía si definir los así pero eran hombres así que lo dejaría tal cual, si fuesen mujeres la definición o apodo sería otro. Se acercó hasta Myrddhin para tocar su hombro- ¿Les viene bien una mano..? No tenemos demasiado que hacer momentáneamente así que no veo problema. -Aclaró de forma diplomática la digimon zorruna.

El Serafín oscuro parpadeo ante la prisa que llevaba el digimon felino encubierto por su disfraz humano, le extrañaba la razón por la que se apresuraba a retirarse de aquella forma ¿Acaso no le habían agradado? No es como si tuviera mucho interés en que pasaba por la mente de un desconocido con poca paciencia y nada de cortesía, de todos modos él no podía llamarse caballero, tenía en claro que no lucía como uno y se alegraba de ello, sería demasiado tedio para su existencia soportar el tipo de educación cercana a la inglesa y con la japonesa ya le sobraba, hasta ahora los únicos cercanos a los caballeros ingleses que había conocido eran los dos albinos tanto el de mirada amable e iris amatista como el albino de ojos sangrientos que en el momento era prácticamente arrastrado por el rubio o castaño, lo que fuera. Y en si su primera impresión fue amabilidad, excepto del mayor por su cara de poco amigos, luego de la educación que habían demostrado lo volvió a pensar notando que, si bien el respeto, los valores y la etiqueta que él, Selene, Luka o Horus poseían los escoceses blanquecinos lucían mucho más "Estirado".

Su nariz se llenó repentinamente por el olor a humedad impregnado en el aire mismo, se acercaba una tormenta, su hermana también lo notó mirándolo al coger el hombro del mirada sangre, por su parte no desvío la mirada notando la de desagrado dirigida de parte del minino. Cogió la mano de su hermana y la atrajo hacia si de forma protectora pero simulando a ella un simple abrazo cariñoso- ¿Qué tal si tu los buscas en tu forma de renamon? Así le encontraremos más rapido. -Se asomó por el hombro de la mujer con heterocromía inclinando apenas su cuerpo pues le sacaba casi una cabeza y pasó su mano por delante de ella alzando el dedo índice y señalando el Coliseo. De por si las miradas que le lanzaban los hombres a su hermana no le agradaban y la del rubio no era la excepción. Selene lo miró por el rabillo del ojo y asintió en silencio conociendo como era su hermano- Será más productivo rastrear a Janaan así y ya conozco su aroma... No les causes problemas y si encuentro el rastro les avisaré. -Comentó con su seriedad habitual antes de caminar hacia las ruinas romanas moderadamente rápido y ocultarse en una de las entradas de la estructura, ahora que el cielo se tiñó de gris había pocas personas y sería más sencillo.

Notó la pata blanca salir por el borde de la roca y cuando cerró el puño hubo desaparecido de forma literal, su natural alegría se reflejo en su mano agitada al momento en que saludable con una sonrisa terriblemente inocente y luego suspiró mirando a ambos mega con su traviesa y perturbadora sonrisa- Nosotros podemos buscarle por tierra aunque ella probablemente vuelva en unos minutos agradecería que no miraras así a mi hermana jajaja ¿Nee? -Se rió suavemente ladeando la cabeza y notando sobre una columna la figura blanca la cual les señalaba que la siguieran- O fue rápido, mejor darse prisa o comenzará a llover mientras buscamos aunque lógicamente su camarada lo haya notado y busqué un lugar donde resguardarse. -La columna anterior se encontraba desprovista y una más lejana sostenía a la digimon zorruna, desapareció rápidamente escondiéndose de las miradas humanas, si es que las había.